Gumiel de Mercado aprueba 8 presupuestos de golpe

L.N.
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El Ayuntamiento no presentaba las cuentas desde hace tres mandatos, algo que motivó la retención por parte de Hacienda de 50.000 euros en impuestos estatales. «Ha habido un incumplimiento sistemático», dice el alcalde

El alcalde de Gumiel de Mercado, Pedro Gómez, insiste en que «lo más importante es que funcione el Ayuntamiento». - Foto: L.N.

«Fuera de la ley». Así se encontraba el Ayuntamiento de Gumiel de Mercado después de catorce años sin presupuestos. Una situación que, como detalla su actual alcalde, Pedro Gómez Marino, empieza a revertirse una vez que el pasado 1 de febrero se aprobaron en el Pleno las cuentas de ocho años, desde 2012 hasta 2019, y cuya aceptación definitiva recogió ayer el Boletín Oficial de la Provincia. 

«Esto revela una situación irregular y un incumplimiento sistemático por parte delConsistorio de sus obligaciones tanto con la Secretaría de Estado de Hacienda como con el Consejo de Cuentas», explica Gómez, al tiempo que añade que estas infracciones se remontan a 2007:«ElAyuntamiento estaba fuera de la ley directamente, incumplió toda la normativa en materia presupuestaria y económico-financiera». Y es que, según el artículo 164 del texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, las entidades locales deberán elaborar y aprobar anualmente un presupuesto general.

Tales infracciones han tenido diversas consecuencias en el municipio ribereño. En primer lugar, una retención de cerca de 50.000 euros en su participación en los impuestos estatales, que comenzó a aplicarse desde octubre de 2019. También el Consejo de Cuentas llevaba reclamando aGumiel de Mercado la dación de cuentas desde el año 2012, cuando la normativa estableció el sistema de control.

En segundo lugar, el incumplimiento dilatado en el tiempo ha provocado un entorpecimiento de la gestión diaria que debe efectuar todo ayuntamiento. «Es un lastre que nos encontramos. Para realizar o ejecutar cualquier inversión, salvo que sea estrictamente de mantenimiento, hace falta tener una partida presupuestaria que lo respalde, pero al no haber presupuesto... Se estaba trabajando al margen del marco legal vigente. Cuesta imaginar en qué situación puede estar un ayuntamiento que no hace inversiones desde hace tantos años», apunta Gómez, quien llegó a la alcaldía en 2019 como independiente dentro de una lista del PP. 

El regidor admite que no esperaba «para nada» encontrarse una situación de este calado cuando decidió presentarse a las elecciones. «Pensaba que los problemas eran los que estaban en la calle y me he encontrado con que estaban dentro del Ayuntamiento», lamenta. Gómez trabajó cuarenta años como funcionario en la Administración General del Estado, donde ocupó distintos puestos directivos. Precisamente esta amplia trayectoria profesional le sirvió para observar que, aunque la gestión estatal sea distinta de la municipal, «el panorama distaba mucho de parecer algo regular». Dicho de otra manera, el alcalde se percató de que el Consistorio «no funcionaba por los cauces correspondientes». Una de las primeras pistas fue una carta del Consejo de Cuentas que abrió casi por casualidad. Acto seguido, pidió una reunión con los responsables del organismo y junto con el teniente alcalde se desplazaron hasta Palencia. Fue entonces cuando se enteró que las reclamaciones se remontaban a 2012. 

Así las cosas, decidió, junto con el equipo de gobierno, poner en marcha «una profunda renovación y reorganización tanto administrativa como de asesoramiento técnico en el Ayuntamiento». En julio se produjo el cambio del titular de la Secretaría de Intervención -tras 28 años en el cargo de la anterior secretaria-, y también del arquitecto municipal en diciembre. 

Cambios todos ellos que están sirviendo «para poner las cuentas y la situación económico-financiera del Ayuntamiento en la legalidad», como subraya el alcalde, al tiempo que recalca que «lo importante es que el Consistorio funcione». 

Ahora, su intención es aprobar a ejecución el presupuesto de 2020 y elaborar el borrador de las cuentas de 2021, con el fin de sacarlas adelante provisionalmente a primeros del mes de abril, si todo marcha según lo previsto. «De esta forma, nos atenemos al marco legal vigente en materia presupuestaria y de control de gastos. El objetivo es empezar a funcionar con arreglo a los parámetros normales de cualquier ayuntamiento, sobre un presupuesto aprobado», precisa. 

Respecto a las cuentas aprobadas desde 2012 a 2019, cabe destacar que varían desde los 472.800 euros de 2017 -la cantidad más alta-, hasta los 347.200 euros de 2016, la más baja de ese periodo. 

Multitud de proyectos. Una vez se den estos pasos, el equipo de gobierno asegura que tiene en mente «muchísimos proyectos» y que, de hecho, unos cuantos ya están redactados. Abarcan desde temas de urbanismo, hasta el cementerio, el embellecimiento y conservación del casco urbano, cuyas calles «se encuentran en un estado lamentable, con bastantes baches», según algunos vecinos, que aprovechan para destacar que el frontón «está muy deteriorado». 

El Ayuntamiento pondrá de nuevo en el mercado 29 parcelas para construir viviendas unifamiliares con el objetivo de fijar población. Se trata de unos terrenos que se pusieron a la venta hace 15 años, pero por ahora sólo se ha construido en dos.

Por otra parte, el Consistorio trabaja en la actualización de determinadas ordenanzas municipales. Entre ellas, la que regula el uso y mantenimiento de las bodegas tradicionales, para la que prevé destinar 3.000 euros. «Ya se han pedido ofertas. Muchas ordenanzas se han quedado obsoletas, como sucede con las tasas del agua, que se paga al mismo precio que hace 20 años», explica, recalcando que no se adjudicará ningún proyecto hasta que no esté aprobado el presupuesto.

Así las cosas, la «puesta al día»  que ha supuesto la aprobación de golpe de los presupuestos de 2012 a 2019 permitirá a Gumiel tener unas cuentas saneadas, a las que se sumarán los 50.000 euros retenidos por Hacienda, unos 84.000 euros de los tres años en los que el municipio no ha cobrado a los vecinos la tasa de agua y lo ahorrado por no haber celebrado las fiestas por la pandemia de coronavirus.