Quién es quién en el caso Arandina

I.M.L.
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Después de las dos primeras sesiones del juicio oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Burgos, a partir de hoy llega el turno de los testigos

La expectación mediática no ha bajado desde el inicio del juicio oral. - Foto: Patricia González

El tribunal de la Audiencia Provincial de Burgos que juzga a puerta cerrada a tres exfutbolistas por un delito de agresión sexual a una menor de 16 años ha completado ya las dos primeras jornadas, en las que se han escuchado las declaraciones de los acusados, Carlos Cuadrado ‘Lucho’, Víctor Rodríguez ‘Viti’ y Raúl Calvo; la de la denunciante y las de sus padres, que eran los primeros testigos en comparecer.

Las partes han ratificado sus versiones. Los acusados niegan cualquier contacto sexual con la menor y el desconocimiento de la edad de la adolescente, que tenía 15 años aquel 24 de noviembre de 2017, reconociendo que ese día estuvo en el piso que compartían, donde no fue ningún día más. Por su parte, la menor reiteraba en su larga y tensa comparecencia, unas tres horas, que sufrió una agresión sexual múltiple por parte de los acusados, repitiendo el relato que plasmó en la denuncia y la instrucción, e insistía en que los tres futbolistas eran conscientes de su edad porque ella se lo había comentado, detalle que reforzaba la propia madre de la adolescente, que aseguró habérselo dicho ella misma. Coincide con los tres procesados en que solo estuvo en ese piso en una ocasión.

Desde esta mañana, está previsto que declaren 16 testigos, además de cinco funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que participaron en la investigación y otros tantos peritos, tres médicos forenses y dos psicólogas forenses, a lo que hay que sumar una ingente cantidad de documentos, audios y vídeos. Para practicar todas estas pruebas se han previsto tres jornadas, antes de que los acusados puedan hacer uso de su derecho a dirigirse al tribunal y se presenten las conclusiones definitivas.

Las declaraciones y pruebas sobre las que recae ahora la atención son de lo más diverso y su papel en el puzzle que se busca completar es dispar y con más o menos relevancia dentro de este juicio. 

El cuarto jugador

La existencia de este joven es llamativa, al ser algo así como un testigo presencial, inusual en procesos por violaciones en grupo, ya hay pruebas de que estuvo en el piso donde la denuncia sitúa los hechos, el día de autos y compartiendo espacio con acusados y víctima. 

En su relato, declaraba que ese día llegó al piso de los acusados, de los que era compañero de equipo. A su llegada, acompañado por ‘Viti’ y Raúl, encontraron a ‘Lucho’ con una chica, a la que le presentaron. Estuvieron todos un rato en el salón, hasta que él salió para cambiarse de ropa. En su declaración calculó que estuvo separado del grupo unos 15 minutos y que, al volver al salón, la chica ya no estaba. "Yo no he visto absolutamente nada", afirmaba en su declaración en fase de instrucción.

La psicopedagoga de la  menor

Es a la primera persona adulta a la que la víctima le cuenta lo sucedido. Esta profesional tiene conocimiento de lo que después se denuncia el 27 de noviembre a través de una conversación telefónica con la adolescente. "No se lo cuentes a nadie, le dije, porque yo no quería que se lo contase a una amiga o familiar que no fuera del núcleo familiar", explicaba la terapeuta. 

Esta misma profesional fue quien se puso en contacto con uno de los futbolistas, en concreto ‘Lucho’, para advertirles de que la menor tenía 15 años, decirles que sabía que "se habían hecho una serie de circunstancias sexuales feas", cosa que el ahora acusado le niega, aunque sí que le reconoce que la denunciante había estado en su piso el día 24. Además, le aconseja: "no os acerquéis a la chica más y dejad a la familia tranquila".

Familiares de la menor

En la lista de testigos están un tío y una prima de la víctima. A ella le contó los hechos en días posteriores la propia adolescente, que previamente se lo había relatado al hermano de la madre que ha sido llamado a declarar. 

El papel del tío es relevante porque, antes de que se interpusiese la denuncia, él tuvo conocimiento de los hechos y llamó a la Fundación ANAR. Esta organización le trasladó el asunto a la Policía Nacional, que se ponía en contacto con el padre de la adolescente para contrastar si era cierto e instarle a que, si así era, interpusiese denuncia. 

Además, este adulto aseguraba haber visto un moratón en el brazo de su sobrina. "En la habitación de la niña, se estaban cambiando, estaban medio desnuditas para ducharse y sí que percibí en un lado... pero no el moratón en sí, como cuando que te pegas un golpe y con el paso del tiempo se queda amarillo", explicaba este testigo.

Amigos y compañeros de clase de la menor

Hasta un total de siete menores van a testificar en este juicio, entre amigos y compañeros de clase de la denunciante, uno además miembro del equipo de fútbol que entrenaba Raúl Calvo. A algunos de ellos les contó en fechas posteriores a los hechos que había estado con los futbolistas. Con dos de ellas, en un grupo de Whatsapp, llega incluso a decir que "si ellos se van de la lengua, saben las consecuencias que tiene y, a parte de eso, ella va a contar más de lo que pasó y se va a inventar cosas".
pruebas documentales

Audios de whatsapp y el vídeo Musically

El hecho de que las partes sean jóvenes hace que haya centenares de mensajes de texto, llamadas, consultas en webs, audios y vídeos. 

Además del ya nombrado ‘Musically’, en el que se ve a la menor, los tres acusados y el cuarto jugador, están los mensajes entre la denunciante y su psicopedagoga. También destacan algunos audios en los que los acusados hablan de prácticas sexuales con unos amigos y otro en el que hacen proposiciones de este tipo a la menor. 

Contacto encontrado en el móvil de la menor

Uno de los últimos testigos que el Tribunal ha aceptado es el de un joven, cinco años mayor que la víctima. Entre otros detalles que podrían salir durante su declaración es el conocimiento que tenía de la edad de la adolescente. "Yo lo primero que hago es preguntar la edad, a mi me dice que estudia Segundo de Bachillerato de Ciencias", reconocía en la fase de instrucción.

Con este joven, la menor mantuvo conversaciones "subidas de tono", que nada tienen que ver con los hechos denunciados del día 24, y además quedó con ella tres días después de la presunta agresión.