Rioseco no deja de crecer

A.C.
-

El III Taller de Cantería sigue reparando la puerta oeste, junto a la que este otoño se comenzará a consolidar el Aula-Estudio

Rioseco no deja de crecer

Cien veces se puede visitar Rioseco y cien veces puede toparse la mirada con un detalle en el que antes no  reparó o que ha sido recuperado gracias al avance imparable del colectivo Salvemos Rioseco, reconvertido desde hace poco en fundación. La semana pasada, diez alumnos del III Taller de Cantería emularon las técnicas de la Edad Media y aprenden y tallaron a mano las piedras de la jamba y la imposta, que garantizarán el equilibrio del arco de la puerta oeste. Lo hicieron de la mano de Miguel Sobrino, maestro de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM).  

Sobrino defiende el trabajo artesanal: «La diferencia entre trabajar una piedra a mano o con medios mecánicos es bestial». Es lento, pero el acabado merece la pena. Le observan sus alumnos, mayoritariamente repetidores que ya acudieron al taller en ediciones anteriores, como Silvia Peña, una joven villarcayesa estudiante de quinto de Arquitectura que quería conocer en primera persona como se labra la piedra y se levantaron los monumentos que hoy conocemos. 

Otros llegaron por primera vez, como Eduardo Saiz, biólogo experto en ilustración científica, que aunque nació en Burgos habla con acento catalán, la tierra donde vive desde hace 45 años. Saiz, amante de la arqueología y el patrimonio, conoció Rioseco hace 30 años, cuando lo devoraban las hiedras. Ahora ha regresado para apoyar su recuperación.

El próximo mes de abril, si la pandemia no lo vuelve a impedir, serán los alumnos del Máster de Restauración de la ETSAM quienes viajarán a Rioseco para rematar el arco de la puerta oeste y garantizarle unos siglos más de vida. Lo iban a hacer la pasada primavera, pero el estado de alarma truncó el proyecto que quiere conectar a los alumnos, no solo con Rioseco, sino también con el resto del patrimonio de la comarca.

41.000 euros de inversión. Antes, durante este otoño, las obras volverán al monasterio, donde Salvemos Rioseco invertirá 41.000 euros. Su objetivo será, en esta ocasión, la consolidación y construcción de la estructura de madera y cubierta a dos aguas de la futura Aula-Estudio en una de las construcciones auxiliares del conjunto.

Una vez que se ha garantizado la pervivencia de los espacios principales del monasterio, la iglesia, dependencias próximas, como la Sala Capitular o la cilla, y el pasado año, el claustro, la nueva Fundación Santa María de Rioseco inicia una etapa en la que las inversiones buscarán darle uso al conjunto.

El Aula Estudio, una estancia de 51 metros cuadrados, que se habilitará como espacio de aprendizaje, será la primera de sus iniciativas. Después llegarán la hospedería e incluso una cafetería para atender a los visitantes.

La parroquia, que formalmente contratará las obras financiadas con la recaudación de Salvemos Rioseco a través de los donativos que realizan los visitantes del monasterio, cuenta con una ayuda de 10.000 euros de la Fundación Ana Mata Manzanedo.

Hasta este viernes, día 11, tienen plazo las empresas interesadas en presentar presupuestos y la ejecución habrá de materializarse este otoño. La obras servirán para consolidar el edificio -en la imagen- y habilitar su cubierta. Se elevarán los muros hasta su altura original con unos pilares y un entablado, todo ello de madera, como se viene haciendo en otros espacios del monasterio.