Un carnaval familiar

A.G.
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Una tarde templadísima para el mes de febrero acogió el desfile de disfraces lleno de niños y sin la transgresión propia de esta fiesta

Un carnaval familiar - Foto: Valdivielso

El desfile carnavalero de ayer fue una fiesta familiar. Peñas, asociaciones y colegios exhibieron unos disfraces muy conseguidos y animaron estupendamente el centro de la ciudad con niños, muchos niños. Pero no tuvo la picardía, la transgresión y la crítica mordaz que se le supone a esta celebración. La parada salió de la Plaza del Rey San Fernando y recorrió las calles con pocos bailes. Los participantes, vestidos de fichas de dominó, medusas o personajes de películas, iban caminando tranquilamente hasta llegar a la Plaza Mayor, donde el animador de la disco móvil instaba a la gente a subir el espíritu festivo. "¿Qué os pasa Burgos que estáis tan parados? ¡Si hoy hace una temperatura como en Tenerife", decía ante el micrófono. En la Flora se vivió -quizás con más emoción- la segunda parte de la fiesta, la de la pitanza, con la degustación de carne de vaca asada.