El hilo rojo que unió a Putin y Puigdemont

SPC
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De las conversaciones halladas se desprende que Putin estaba dispuesto a enviar 10.000 soldados y asumir la deuda del nuevo país. Los empresarios mostraron su temor a estar bajo vigilancia de los servicios secretos

El hilo rojo que unió a Putin y Puigdemont - Foto: Toni Albir

Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible (rojo, que no amarillo...). Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia. Pues a pesar, sobre todo, de la distancia, esta semana se han ido tejiendo los hilos que unen al expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, y al actual mandatario ruso, Vladimir Putin, una relación cuanto menos peculiar de la que un juez ha querido tirar del ovillo. El pasado miércoles, una noticia relacionada con el independentismo catalán inquietaba más de lo habitual. Se daba a conocer que Rusia supuestamente ofreció en otoño de 2017 al expresidente catalán Carles Puigdemont 10.000 soldados y pagar toda la deuda catalana si era capaz de declarar la independencia. Lo cierto es que desde el secesionista catalán no se tardó en tachar de falacia esta noticia, pero la fuente era el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, que está investigando el desvío de fondos públicos para costear los gastos de Carles Puigdemont en Waterloo (Bélgica) y que llevó a la detención de 21 personas, entre ellas empresarios cercanos a CDC y ERC como Oriol Soler, David Madí y Xavier Vendrell. 

Al parecer, el juez basaba sus sospechas en dos archivos de audio intervenidos en el teléfono del ex dirigente de CDC Víctor Terradellas, grabaciones de dos conversaciones que este mantuvo con Madí y con Vendrell los días 14 de mayo de 2018 y 16 de mayo de 2018, según el auto.

Terradellas, que fue responsable de relaciones internacionales de CDC, fue el interlocutor de Puigdemont con Rusia en pleno proceso independentista y, al parecer, pudo estudiar la creación de una plataforma de criptomonedas para garantizar la «estabilidad financiera» de una Cataluña escindida del resto del país.

Según sostiene el instructor, en las conversaciones grabadas Terradellas explicó que el 24 de octubre de 2017, tres días antes de la DUI (Declaración Unilateral de Independencia), el jefe de un «grupo ruso» con el que había contactado en relación con la plataforma de criptomonedas ofreció a Puigdemont «contar con 10.000 soldados y pagar toda la deuda catalana», pero el expresident «es va cagar a les calces (se cagó en los pantalones)». Vendrell mostró entonces «preocupación» al estar bajo vigilancia de los servicios secretos y quería garantizar la máxima seguridad para evitar que trascendieran las relaciones con Moscú.

Según esa conversación, Vendrell había sugerido a David Madí comentar con Xavier Vinyals -presidente de la Plataforma Pro Seleccions Catalanes-, «a quien Puigdemont hace encargos en temas internacionales», la plataforma de criptomonedas con la que la Generalitat pretendía garantizar estabilidad financiera y evitar el control del Estado en los movimientos de capital, asegura el escrito del juez.

El magistrado recuerda que Terradellas «llevaba cinco meses de delegado con un grupo de Rusia creado en la época de Gorbachov para el desarrollo de esa plataforma», y aunque tenía previsto viajar al país, no pudo al ser detenido. «Ese grupo ruso quería participar en los temas de comunicación que, conjuntamente, estaba realizando Vendrell,  Madí y Jaume Roures. Para ello querían colocar, junto a los anteriores, a una persona en primer nivel», y estaban dispuestos a invertir entre 100 y 300 millones de dólares o euros.

El auto de Aguirre remarca que el objetivo era hacer de Cataluña un país como Suiza y que si se hubiese declarado la independencia y se hubiera contado con el apoyo ruso «los acontecimientos habrían sido trágicos y habrían desencadenado un conflicto armado en el Estado con un incierto número de víctimas mortales».

Lo cierto es que los de Putin tiraron de un insospechado humor y en su cuenta oficial de Twitter reaccionaron así: «Ojo: La información aparecida en los medios españoles sobre la llegada de 10.000 soldados rusos a Cataluña está incompleta. Hace falta añadir dos ceros al número de soldados y lo más importante de toda esta conspiración: las tropas deberían ser transportadas por aviones Mosca y Chato ensamblados en Cataluña durante la Guerra Civil y escondidos en un lugar seguro de la sierra catalana hasta recibir a través de estas publicaciones la orden cifrada de actuar», ironizan los diplomáticos rusos.