Crecen los heridos graves en los accidentes de ciclistas

F.L.D.
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En 2020 hubo menos siniestros, pero las lesiones fueron más importantes. El colectivo Burgos con Bici pide más protección e infraestructuras para abandonar la acera

Policía y sanitarios en la avenida Cantabria tras el atropello a un ciclista a la altura de la rotonda Jorge Luis Borges. - Foto: Alberto Rodrigo

Una de las cuestiones que más han criticado los ciclistas es que la ciudad no está preparada para una ordenanza tan ambiciosa como la de movilidad. El carril bici está incompleto, no se han ejecutado nuevos tramos y, sobre todo, la velocidad de los coches sigue siendo excesiva. Dadas las circunstancias, insisten, no se puede empujar a los usuarios a la calzada sin una red protectora. Esto explica que a pesar de que los ciudadanos estuvieron encerrados durante tres meses de 2020 por la covid-19, el número de accidentes ha sido prácticamente el mismo. Según la memoria de la Policía Local hubo incluso más siniestros graves que en los últimos dos años.

Los datos reflejan que el pasado ejercicio se produjeron un centenar de accidentes en los que se vieron implicados ciclistas, 19 menos que en 2019. Un total de 66 personas resultaron heridas, 56 leves y 10 graves. Los siniestros con lesiones más importantes fueron tres más que el año anterior y cuatro más si los comparamos con los datos de 2018. 

«Ahora mismo estamos muy expuestos al tráfico rodado. Somos más en el asfalto y hay zonas, como rotondas o ciclocarriles de grandes avenidas, en los que hay cierta inseguridad», asegura Alberto Fernández, portavoz de Burgos con Bici, quien recuerda que el último accidente grave en la ciudad se produjo en la calle Vitoria, una de las que habilitó el Ayuntamiento en junio para dar prioridad al transporte sostenible. 

Este aumento de la siniestralidad puede ir acorde, opinan desde la asociación, con un perceptible aumento de los usuarios tras la finalización del primer estado de alarma. Una sensación que no pueden refrendar con datos por la escasez de contadores en la ciudad. No obstante, indican que ha sido una tendencia generalizada en todo el país. «Durante la desescalda subió la venta de bicicletas y por la calle se veía un aumento», observa Fernández. 

Pero la causa principal, subraya el portavoz de Burgos con Bici, es que en Burgos todavía los conductores pisan demasiado el acelerador. Consideran que tiene que haber una campaña mucho más contundente contra la velocidad excesiva de los vehículos. A su vez, reclaman más infraestructura para los ciclistas. «Los ciclocarriles es una opción de circunstancias pero deben protegerlos más. También tienen que ampliar la red de carril», recalca.