Con el arranque de 2016, la dirección de Kronospan inició un plan para reducir la tasa de temporalidad de los contratos de su plantilla, que por aquél entonces estaba formada por 344 empleos directos, repartidos en sus plantas de la junta vecinal de Castañares y Salas de los Infantes, de los cuales 43 contratos no tenían el carácter de indefinido, o lo que es lo mismo, el 12,5% del total. El objetivo era sencillo, dotar de estabilidad a los puestos ya creados y los que preveían se iban a sumar durante los cursos posteriores.
Cuatro años después, en pleno 2020, de la puesta en marcha de este programa, los resultados no pueden ser mejores; el número de trabajadores ha aumentado hasta los 391, un incremento del 13,6%, mientras que la citada tasa de temporalidad se ha reducido hasta el 3,07%, ya que apenas una docena de empleados no tienen contrato indefinido. "Es una enorme satisfacción haber logrado estas cifras", apuntan fuentes de la compañía, que califican este hecho como "un éxito que ha sobrepasado nuestras propias expectativas", aseguran a este periódico.
Tras desembarcar en España en 2013, la multinacional austriaca dedicada a la fabricación de tableros de madera centró sus esfuerzos en estabilizar la actividad y planificar sus inversiones a futuro hasta 2015, pero entrados ya en una segunda fase puso el foco en asegurar la permanencia de sus trabajadores. "La norma general en Kronospan es que se entra a trabajar siempre con un contrato indefinido, y solo por situaciones muy concretas -sustitución de bajas por maternidad o paternidad, obras o servicios muy determinados e individualizados o contratos en prácticas- se cubren con contratos que no son indefinidos", admiten desde la multinacional austriaca.
Nuevos talentos. Desde octubre de 2017, las factorías burgalesas de Kronospan han acogido a 45 estudiantes universitarios (Burgos y Valladolid) o de institutos (Juan de Colonia, Enrique Flórez o Nuestra Señora de la Merced) que desarrollaron sus prácticas curriculares en las áreas de ventas, logística, mantenimiento, laboratorio, contabilidad, medio ambiente o forestal. De todos ellos, 7 han conseguido quedarse en la compañía con un contrato.
En el periodo 2016-2020 se han cerrado convenios laborales en los que figuran subidas salariales del 2,5% en 2018 y del 3% para este ejercicio. "Están muy por encima de la media de los incrementos pactados en la industria de la provincia de Burgos, lo que supuso un importante esfuerzo para Kronospan, pero se logró una importante mejora de los salarios que venían congelados desde la época precrisis", confiesan.
Por otro lado, la compañía ha realizado- y sigue realizando- una inversión importante en la formación continua de sus trabajadores. Esta ‘educación’ (por encima de la establecida por Ley) va desde cuestiones de seguridad y manejo de máquinas, clases de idiomas (inglés y francés principalmente) y del programa informático Excel avanzado hasta cursos y másteres en prestigiosas escuelas de negocios de carácter nacional o formación interna de carácteb ocatar internacional. En particular, durante el año 2018, el número de horas dedicados a la formación fue de 3.267 y en 2019 subió hasta las 4.841.