En pleno estado de alarma, el trabajo para el apoyo del desarrollo del entorno rural no se ha parado. Se han cambiado las formas pero los proyectos siguen adelante y se suman nuevas ideas para propiciar que la vuelta a la normalidad sea más fácil en el ámbito económico. Un ejemplo es la labor que sigue desarrollando la Asociación para el Desarrollo Rural Integral (ADRI) de la Ribera del Duero Burgalesa, cuyos técnicos mantienen el contacto con asociados y promotores de iniciativas. Tanto que este mes de abril se han firmado el segundo y tercer contrato para beneficiarse de las ayudas del programa Leader 2020, que se suman a la firma en marzo del que fue el primer proyecto del año con el Ayuntamiento de Torresandino.
Estos proyectos se incluyen en la asignación del Leader 2014-2020, que empezó a asignar dinero en 2017. Los responsables de la ADRI apuntan que "se cuenta con las condiciones necesarias para recibir la tercera y última asignación de 598.788 euros y se está esperando a su publicación por parte de la Junta de Castilla y León, pues las dos primeras asignaciones están prácticamente agotadas".
Si bien el dinero de estas asignaciones para proyectos a terceros ya ha sido comprometido, no es el caso de los gastos de funcionamiento que la Junta dota a esta asociación comarcal. La gestión ha sido muy austera y se ha comprometido el 52% de la segunda asignación y se prevé que haya fondos para esta partida hasta 2023.
Contando con una asignación viva en fase de contrato de 2.078.458 euros, 1.446.073 de proyectos productivos (96.41% de lo asignado hasta la segunda fase) y 304.899 de no productivos (92.51% de lo asignado hasta la segunda fase). El más de medio millón de euros que recibirá la ADRI Ribera del Duero Burgalesa en breve se plantea distribuir con 359.273 euros para proyectos productivos y 89.818 € para no productivos. Las previsiones al inicio del año era cerrar el programa Leader de ayudas a terceros a finales del 2021, tras la covid-19, "habrá que ver si estas previsiones habrán que ajustarse". El gerente de la ADRI, Héctor Ibáñez, afirma que "durante el confinamiento, no hemos dejado de dar servicio a los promotores y se está trabajando en diversos proyecto nuevos tanto productivos como no productivos. Somos conscientes que necesitarán reajustes por la crisis, pero vamos a poner todo de nuestra mano para ayudar al territorio".
Las ayudas Leader diferencian entre proyectos productivos y no productivos. Los primeros son aquellos susceptibles de generar algún tipo de venta, y los segundos los que no, por eso, los primeros se suelen asociar a empresas y los segundos a ayuntamientos y asociaciones, permitiendo por un lado generar empleo y riqueza estable en la zona, y por otro lado dotar de infraestructuras básicas o mejorar la calidad de vida en el territorio.
En cuanto a las cuantías de unos y otros proyectos, los proyectos productivos pueden alcanzar una ayuda entre el 20% y el 30%, con un máximo de ayuda de 250.000 euros € para los proyectos entre 800.000 y 1.000.000 de euros. Pero los responsables de la ADRI puntualizan que pocos proyectos alcanzan esas cifras, "la mayoría de los proyectos que ha tramitado la asociación de nuestra comarca no han alcanzado los 100.000 euros". En cuanto a los proyectos no productivos, pueden alcanzar hasta el 100%, pero lo normal es que ronden entre el 45% y el 65% de asignación, con un máximo de ayuda de 15.000,00 €
Desde 2017, 42 proyectos han sido finalizados, 22 productivos y 20 no productivos. Actualmente, esta asociación para el desarrollo rural mantiene en marcha tres proyectos productivos y 11 no productivos en fase de contratos pendiente de ejecución, 14 proyectos no productivos se encuentran en estudio y permitirán alcanzar la tercera asignación para su categoría.
Jesús Briones el presidente de la ADRI reafirma estar "muy contento de la evolución del programa Leader en la Ribera que ha conseguido la actual junta directiva" y apostilla que "el trabajo duro del equipo técnico está dando sus frutos".
OCIO, EFICIENCIA ENERGÉTICA Y RESIDUOS. Los tres últimos proyectos firmados por la ADRI Ribera del Duero Burgalesa son de la categoría de no productivos, dos por parte del Ayuntamiento de Torresandino y uno del Consistorio de Sotillo de la Ribera.
Las iniciativas casconas corresponden a un área de aportación de residuos, que se ubicará junto a la nave de bomberos de la Diputación de Burgos en la localidad, con el objetivo de facilitar a los vecinos que se puedan desprender de distintos residuos, enseres o escombros, contando con un presupuesto de 40.561 euros; y la adecuación de una zona del complejo de ocio del antiguo Sempa para contar con una sala habilitada para reuniones de un número reducido de asistentes, que supondrá una inversión de 55.670 euros.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sotillo de la Ribera va a implementar medidas en su guardería para buscar la eficiencia energética del edificio, reducir la factura de estos suministros y mantener una gestión más ecológica.