Novedades en el seno de la Arandina de cara a las próximas elecciones a la presidencia blanquiazul. Continúa sin haber fechas definidas para los comicios en la entidad ribereña -más ahora, que el mundo del deporte y la sociedad en su conjunto se encuentra inmersa en la lucha contra el coronavirus-, pero sí se van dando poco a poco pasos hacia adelante en medio de la niebla. En este caso, con el nombramiento de la actual vicepresidenta del club, Virginia Martínez, como potencial candidata a la presidencia y relevo a la figura que ha ostentado el bodeguero Pedro García en la última década.
Abogada de profesión, Martínez ha reconocido a DB que, haber dado el paso, ha sido una «combinación» de varios factores. Entre ellos, la respuesta natural a la confianza depositada sobre sus hombros por el resto de miembros de la junta directiva que, según expone «piensan que puedo ser una buena líder», pero también por la voluntad propia de quien lleva ya varios meses trabajando en el proyecto ribereño.
«Durante todo este tiempo los compañeros me han ido enseñando las instituciones, los trámites administrativos que hay que ir haciendo, presentando a colaboradores y patrocinadores, miembros de la Federación, equipos, etc...», argumenta. «Y de todos, la verdad, he sentido un gran respaldo y una gran confianza».
Los va a necesitar dada la anómala situación actual. Martínez lo sabe y por ello esgrime que «no es tiempo de individualismos». «Hay que sumar al club y al proyecto en la gestión diaria», apunta. «Necesitamos ahora mismo estar unidos para afrontar esta difícil situación». Un escenario complejo que le va a requerir a nivel personal mucho más tiempo que hasta ahora -y que ya ha reconocido ha sido mucho-, pero que afrontará con «trabajo, esfuerzo e ilusión».
Más allá de eso, que no es poco, la candidata no ve otras adversidades de cara al futuro. Tampoco por el hecho de ser mujer en un mundo en el que, por unas circunstancias u otras, la presencia de éstas no ha sido excesivamente habitual. «Es cierto que es una situación poco común, pero también que durante este tiempo nunca he notado diferencia alguna por el hecho de serlo». Así, Martínez valora que «siempre me he sentido muy respaldada desde que llegué. Tanto por la mayoría de los socios como por las personas que forman parte de las instituciones». Además, «el resto de presidentes de otros clubes siempre me han acogido perfectamente y me he sentido muy protegida por la familia de la Arandina».
Rota esa barrera, totalmente fuera de lugar en pleno siglo XXI, lo único que centra ahora su cabeza es mirar al futuro. Ahí queda aún mucho trabajo por hacer. «Ahora mismo seguimos esperando la respuesta de la Federación», señala. «Sobre todo de la española, que será la que marque el criterio de las demás». No obstante, el club, finaliza, «sigue trabajando. Y es verdad que, sólo unidos tanto patrocinadores como socios, es como podremos crecer y salir airosos de una situación como la que estamos viviendo».