El sonido del riesgo

Almudena Sanz
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La burgalesa Sarah Rasines participa en el She Makes Noise de Madrid, una cita de referencia en la música electrónica y experimental, que busca dar visibilidad al trabajo de las artistas

Sarah Rasines intervendrá en la sección familiar con un concierto y un encuentro en el que resolverá las dudas sobre su trabajo. - Foto: JAVIER ÁLVAREZ COBB

El nombre de Natalia Piñuel Martín no dirá nada a la mayoría de la gente, pero habrá un puñado que hará la ola al escucharlo. En este segundo grupo se encuentra Sarah Rasines, que ve en esta mujer a una gurú del arte contemporáneo y en el festival que dirige, el She Makes Noise, un referente en el mundo de la música experimental y electrónica en el que la artista burgalesa se mueve. Por eso, cuando recibió su llamada para invitarla a participar en la sexta edición de este encuentro, que se desarrolla en La Casa Encendida de Madrid desde el pasado jueves y se alarga hasta el domingo, no se lo podía creer. Pero sí, se pellizcó, y, efectivamente, acababa de alcanzar un sueño.

«Me hace muchísima ilusión. Es un referente para mí, en el ámbito universitario siempre se habla de él. He asistido alguna vez y siempre imaginaba que algún día estaría ahí, pero no lo tenía nada claro porque todas las mujeres que participan son súper reconocidas y su trabajo es referente a nivel internacional. Va gente muy potente y para mí el día que me llamaron fue muy importante. ¡Fue un subidón! Es una maravilla de festival», recuerda aún entusiasmada y emocionada.

Rasines es la creadora del sello Crystal Mine, que ha conseguido dar una segunda vida a las cintas casete, y su intervención en She Makes Noise girará en torno al trabajo que ha realizado con este material con niños. Un perfil poco habitual en este mundo y que ella, sin embargo, reivindica: «La gente que tiene la mente menos contaminada y más abierta son los niños; tienen menos prejuicios para abrir su oído y no se asustan por cosas, a priori, diferentes», observa y resalta que cada vez son más los proyectos de artes experimentales dirigidas a esos locos bajitos.

Con este espíritu se colará mañana en la sección En familia. Su propuesta, que será presencial y se retransmitirá por streaming, se centrará en un concierto y un encuentro en el que resolverá las dudas de los pequeños sobre las casetes, que la mayoría suele desconocer y que los deja asombrados.

Esa transmisión de conocimiento y divulgación es uno de los valores que Rasines subraya del She Makes Noise, que nació para encender los focos sobre el trabajo de las mujeres en este campo. ¿Hay muchas? ¿Tienen la misma visibilidad que los hombres? «Gracias a este tipo de festivales, al cada vez mayor número de mujeres con su sello propio de música, algo antes muy vinculado a los hombres, y a las que están al frente de clubes, ahora sí está bastante equilibrado, aunque aún hace falta trabajo», responde orgullosa de sumar en ese empeño con Crystal Mine.