Un futuro paraíso canino

R.E.M.
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Próximamente se crearán en la ciudad diez espacios específicos de esparcimiento para perros, algo que sus dueños ven necesario «porque no pueden estar atados todo el rato»

Pronto Reina, el labrador de José y Leire, tendrá una zona para jugar en el parque de la Luz (G-3). - Foto: Christian Castrillo

Los perros pronto tendrán más espacio en la ciudad para correr, jugar, divertirse y socializar con sus amigos de cuatro patas. Actualmente la normativa municipal prohíbe que puedan pasear sin correa y no hay alternativas para que puedan ir por la ciudad sin estar atados, pero pronto cambiará su situación ya que se crearán diez zonas de esparcimiento canino. Una decisión que alegra especialmente a sus dueños, ya que consideran que resulta necesario para el bienestar de sus mascotas.

«Ya era hora de que lo hicieran, es una buena idea; a un perro no lo puedes tener atado todo el rato y sin jugar porque luego llega a casa y te la prepara», explican José y Leire mientras se entretienen con su labrador en el Parque de la Luz (en el G-3). Precisamente esta será una de las zonas en las que se ubicará uno de esos espacios. «Esta es de las pocas ciudades que aún no tiene», añaden.

En la misma línea se expresa Luis, que camina junto a su perro por el parque Juan Pablo II (otra de esas futuras áreas) y considera que «sueltos es como disfrutan realmente tanto el dueño como el amo», que también explica que él conoce especialmente Oviedo y allí poseen muchos más espacios de este tipo «especialmente en el centro de la ciudad». Vive en Reyes Católicos y reconoce que los fines de semana suele ir un poco más lejos, como Fuentes Blancas o el Castillo, pero entre semana resulta mucho más complicado sacar tanto tiempo. «Entiendo que no puede haber parques para perros tan focalizados por barrios, pero al menos que en un paseo de veinte minutos o media hora puedas acceder a esos sitios», desarrolla.

Junto al río Arlanzón, otra de esas futuras áreas.Junto al río Arlanzón, otra de esas futuras áreas. - Foto: Christian Castrillo

Junto al río Arlanzón, a su paso por el centro, muchos aprovechan para dar más libertad a sus mascotas y dejarlas correr tranquilamente. Basta con echar un vistazo al pasar por allí para comprobar que se trata de una de las zonas más frecuentadas. Yolanda, Jaione y Sonia reconocen que también que hay muchas zonas verdes que se pueden aprovechar para este fin. Eso sí, el gesto de todos es claro y en el momento que vuelven a la calzada o están junto al resto de personas  automáticamente se ponen las correas.

Muchos no pueden entender lo que significa tener una mascota. Pero Ascensión, a quien su perra de 16 años ya le ha salvado  de dos hipoglucemias, despertándole con arañazos, lo sabe muy bien. Cree que son muy importantes para la vida de mucha gente y por ello se debe invertir en hacer zonas específicas para ellos. «No se pueden limitar a hacer pis, caca y a casa, eso no es forma de vida para ellos», sentencia.

Ahora únicamente hay algo parecido en el parque San Isidro, donde se sitúa un espacio cerrado para que los canes pueden hacer ejercicio y entretenerse, aunque lo cierto es que se encuentra un poco «desangelado», tal y como comentaban algunos vecinos. Además de los tres puntos comentados, también se instalarán en ubicaciones como el Cerro de San Miguel (junto al Centro de Divulgación de Aves), en La Quinta, el parque de los Poetas, el parque Buenavista, el parque de La Nevera o la calle Óscar Romero (en Fuentecillas). Mientras en aquellas que se encuentren cercanas a edificios residenciales se realizarán cerramientos perimetrales, en las más amplias se colocarán estacas de madera para delimitar.