De Panda por el desierto

G. Arce
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Recorrer Marruecos en un viejo Fiat junto a los colegas y pasando las noches sobre las dunas. Varios burgaleses probarán la experiencia en el Rally de los utilitarios

De Panda por el desierto - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Recorrer el desierto marroquí en un utilitario de 50 caballos, eso sí, convenientemente modificado para aguantar siete etapas con 3.000 kilómetros de subidas y bajadas, polvo y baches y, si se tercia, las primeras lluvias primaverales en el norte de África. Es el reto del Panda Raid, el rallie low cost en el que 5 de los 375 vehículos participantes en la actual edición partirán desde Burgos e intentarán llegar sanos y salvos (y quizá los primeros) a la meta de Marrakech.

Héctor, Álvaro, Francisco y Rodrigo decidieron lanzarse a la aventura hace un año, durante una partida de dardos, mientras tomaban unas cervezas en un bar. Uno de ellos interrumpió las tiradas para decir que había encontrado a través de su teléfono móvil un Fiat Panda 4x4 del 91 a buen precio y que lo iba a comprar para competir en esta carrera. Y dio en la diana: el rallie comenzará el 8 de marzo y terminará el 16. No irán en uno sino en dos coches, otro Panda del 92 rescatado para la aventura del desierto. 

Que conozcan los aludidos, de Burgos partirán un total de 5 coches a Madrid, donde se les someterá al proceso de verificaciones mecánicas, previsiblemente en el circuito del Jarama. Tras el visto bueno de la organización se dirigirán a Motril, desde cuyo puerto tomarán un ferry con destino a la ciudad marroquí de Nador. Allí se reunirán participantes de España y del resto de Europa, especialmente de Italia, la cuna de los Fiat. Hay mayores y jóvenes, amigos y parejas que quieren unos días diferentes. Recorrerán el país africano de norte a sur y de este a oeste.

Las etapas suman entre 200 o 300 kilómetros diarios. Son rutas marcadas en un mapa y en un roadbook que solo se puede descifrar con el uso de la brújula (sin wifi). Los ganadores no serán necesariamente los más veloces. Los organizadores conducen su propio Panda (4x4 o 4x2) y garantizan que el recorrido es apto para todos los que van a competir.

Cada cual se lleva su tienda y sus sacos de dormir, aunque la organización instala un vivac con aseos, cafetería y servicios comunes en cada final de recorrido. También son obligatorios los extintores, las garrafas de gasolina de 20 litros, las ruedas de repuesto... El premio en Marrakech es la inscripción para el año siguiente. «Esto no es cuestión de dinero, es una pasión», resumen los participantes locales, ninguno de ellos con experiencia en una carrera.

preparativos. Los coches pilotados por Héctor y Francisco son Panda 4x4 de serie, aunque reformados. «Les hemos cambiado el volante, el cuadro de relojes, las barras antivuelco, los asientos, la suspensión y las ruedas...», explica Francisco de la Cruz, que tiene 26 años y trabaja como operario en la ITV de Burgos. (Más información en edición digital)