Con el banquillo vacío y la cartera llena

SPC
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Simeone debe convencer sus mejores 'espadas' para que no atiendan llamadas de clubes millonarios y utilizar el dinero que deja Griezmann y Lucas para reforzar una plantilla que queda muy mermada

Con el banquillo vacío y la cartera llena - Foto: JUAN MEDINA

Llega la hora de fichar y de ilusionar y el Atlético de Madrid debe hacer ambas cosas porque este verano perderá a cinco de sus mejores baluartes en la era del Cholo Simeone. Con el adiós de Griezmann se abre hueco en la delantera, si es que el técnico argentino no confía en Morata, pero sobre todo se abre un abismo enorme en la defensa con la marcha de Godín, Lucas Hernández, Juanfran y Filipe Luis.

En las oficinas del Wanda Metropolitano ya echan cuentas y si Griezmann deja en las arcas del club 96 millones, porque de los 120 de su cláusula hay que restarle el 20 por ciento que le corresponde a la Real Sociedad, más los 80 que abonará el Bayern de Múnich por hacerse con los servicios del joven central galo, el Atleti cuenta con 176 kilos con los que lanzarse a un encarecido mercado veraniego.

Los rumores sitúan a Dybala a las órdenes de Simeone la próxima temporada, puesto que la Joya tiene más que decidio salir de la Juventus de Turín cuanto antes y el Atlético es un destino Top en Europa para un jugador de tan alto nivel.

Sin embargo, antes de acometer múltiples contrataciones, el cuadro rojiblanco debe cerrar la puerta de salidas. En la rampa de lanzamiento están situados Kalinic y Arias, por lo que el club quiere hacer algo de caja y justificar su prensecia en el equipo esta temporada, al menos, economicamente. No obstante, no solo los jugadores con el cartel de transferible pueden abandonar el barco colchonero, ya que China y sus contratos millonarios vuelven a seducir a Diego Costa y las mieles del éxito del City tentan a Saúl Ñíguez y Rodri Hernández, que podrían atender gustosamente la llamada de Guardiola si este les promete protagonismo, título y un salario desorbitado.

Por ello, tanto el consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, como el director deportivo, Andrea Berta, y el entrenador, Diego Simeone, deben enfundarse el mono de trabajo para evitar que la desbandada de héroes rojiblancos acabe con un banquillo vacío y la cartera llena.