La Ribera pierde 1.229 vecinos en seis años

I.M.L.
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La reducción de habitantes es lenta pero constante en el resto de la comarca, a excepción de 2 municipios cuyo padrón se mantiene estable

Fresnillo de las Dueñas es el municipio ribereño que más población ha ganado.

La despoblación en la comarca de la Ribera del Duero se viene asentando como tendencia demográfica desde hace al seis años. En este último periodo, los habitantes de la comarca han descendido de los 19.412 que había en 2014 a los 18.183 del año pasado, 1.229 menos. Desde la ADRI Ribera del Duero Burgalesa han analizado los movimientos demográficos de las 68 localidades que entran en su ámbito de influencia, destacando que «aunque la comarca sigue disminuyendo de población, no lo está haciendo de una forma brusca si no que, año tras año, la reducción de población es menor», que en el caso del último año solo ha supuesto la pérdida de 23 ribereños.

Además, esta reducción en el padrón municipal no afecta por igual a todas las localidades, 39 de ellas están en el lado negativo del análisis mientras que 29 pueblos pueden presumir de haber visto creer su población, lo que ha servido para equilibrar la balanza. «La reducción se ha reflejado en el 57% de los municipios, el incremento en el restante ha equilibrado la regresión», destacan desde la ADRI, cuyo gerente, Héctor Ibáñez recalca que «la lucha contra la despoblación es la pelea diaria de la asociación comarcal, intentamos mejorar la tendencia mostrando todo lo bueno que tenemos, luchando por mejorar los puntos menos fuertes y ayudando a todo aquel que lo necesita a crear un proyecto de vida de calidad en nuestro territorio».

La pérdida de población en la comarca ribereña es tan leve que solo seis han perdido más de 10 habitantes, que son  Huerta de Rey, con 22 menos, Peñaranda de Duero que reduce su padrón en 12 personas, Roa resta 16 habitantes, Sotillo de la Ribera 15, superados por los 30 menos de Torresandino, mientras que Tórtoles de Esgueva tiene 15 vecinos menos.

En el lado positivo de la balanza están los municipios cuyo padrón ha crecido. Es el caso de Castrillo de la Vega con 29 nuevos pobladores, uno menos que los que gana Fuentespina, mientras que hay siete localidades cuyo incremento poblacional no supera los 19 habitantes, que son Quemada, Anguix, Frenillo de las Dueñas, Pedrosa de Duero, Fuentelcésped, Olmedillo de Roa y Fuentenebro. Esta estadística positiva registra otros 13 municipios que también han crecido pero no llegan a 10 nuevos habitantes durante 2020.

La cara. Un total de 16 localidades presumen de haber ganado población en el último lustro. En cabeza están las que suman más de 30 habitantes como Fuentelcésped, La Cueva de Roa, Pedrosa de Duero, Villalba de Duero y Fresnillo de las Dueñas. Este último municipio, además, es el único que ha aumentado población de manera constante en los últimos 5 años, con 40 habitantes nuevos.

Su alcalde, Gustavo García, intenta dar la receta de ese éxito demográfico y lo achaca a su ubicación con respecto a la capital de la comarca junto a la oferta de viviendas asequibles. «Somos un pueblo que estamos al lado de Aranda, ha habido una época que la gente buscaba eso y lo ha encontrado aquí a buen precio, y todo a cuadrado», explica García, que reconoce que han llegado muchas parejas jóvenes y «eso repercute también en el aumento de niños». A todo esto suma que, de la mano de las promociones de viviendas «el Ayuntamiento ha ingresado relativamente más con las licencias de obra y, junto a subvenciones que hemos conseguido, hemos mejorado en el número de servicios e instalaciones municipales, todo suma», analiza García.

La cruz. En la lista negra, con cinco años consecutivos perdiendo población están las localidades de Cabañes de Esgueva, Caleruega, Ciruelos de Cervera, Hontangas, Huerta de Rey, Milagros, Santibáñez de Esgueva, Torregalindo, Torresandino, Tórtoles de Esgueva y Roa.

La villa raudense es la más perjudicada, con 106 vecinos menos desde 2016, y su alcalde, David Colinas, aunque reconoce que este descenso no se ha dejado notar en la actividad en el municipio, lo atribuye a un desplazamiento a otros municipios. «Yo creo que ha sido la población migrante, flotante, que estaba empadronada aquí y se ha ido a otro pueblo cercano, pero siguen haciendo vida y trabajando aquí», expone.