La Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos seguirá denominándose FAE, siglas que han distinguido a la patronal burgalesa desde su fundación hace ahora 43 años. Con ello, se sumará a las organizaciones empresariales territoriales que no adoptarán la marca CEOE en su denominación, paso que sí han dado en los últimos meses Ávila, Palencia, Salamanca, Valladolid y Zamora e incluso la regional Castilla y León para unificar la imagen corporativa a nivel nacional de los empresarios españoles, al igual que ya lo tienen los grandes sindicatos.

El cambio impulsado desde la presidencia nacional de Antonio Garamendi, explican desde FAE, es de carácter voluntario y Burgos solo trabaja en la actualidad en la mejora y actualización de su imagen corporativa que, adelantan, será fiel a su trayectoria histórica. «Creemos que nuestra marca está consolidada, genera confianza, tiene prestigio y está plenamente identificada con Burgos», explica la secretaria general, Emiliana Molero, para justificar el mantenimiento de las siglas históricas de la patronal y descartar el ‘CEOEBurgos’. Lo mismo han pensado hasta la fecha las patronales de León (FELE), Segovia (FES)y Soria (FOES).

 El supuesto ‘distanciamiento’ con los planes de imagen corporativa de Madrid o Valladolid no es tal, matiza Molero, quien recuerda que el presidente de FAE, Miguel Ángel Benavente, es también vicepresidente de CEOECastilla y León y forma parte de la Junta Directiva de CEOEEmpresas Españolas, como así se denomina la gran patronal, y de la asamblea de Cepyme. De hecho, Benavente es un estrecho colaborador tanto de Antonio Garamendi como de Santiago Aparicio, representante regional de los empresarios.

No obstante, pese al deseo de no hacer ruido en torno a la imagen corporativa, en la Casa del Empresario se es consciente de que FAE distingue a la mayor patronal de Castilla y León, con más de 62 organizaciones agrupadas en torno a estas siglas y más de 10.000 empresas, entre las adheridas y asociadas.

Aunque la sintonía con Santiago Aparicio es total, ha habido momentos de discrepancias entre provincias (sobre todo con antecesores en el cargo) en la competencia por inversiones industriales (como los parques tecnológicos o de proveedores). También la gestión económica en algunas provincias no ha tenido nada que ver con la que se realizaba en Burgos, que siempre se ha significado por su solvencia y alta participación y representación de la empresa local.