René Payo

Del Ayer al Hoy

René Payo


Burgos convulso. 1520-1521

20/04/2021

Aún en nuestros días el movimiento de las Comunidades de Castilla (1520-1522) sigue siendo objeto de acalorados debates historiográficos. A punto de cumplirse este viernes el V Centenario de la derrota de Villalar, es este un buen momento para analizar qué papel tuvo Burgos en aquellos acontecimientos que tanto trastocaron la estabilidad de una de las poblaciones más importantes del reino de Castilla. 
La ciudad tuvo un papel ambiguo en los sucesos que conocemos como Guerra de las Comunidades. La revuelta se inició en Burgos el 10 de junio de 1520, atentando los amotinados contra la figura del corregidor y de algunos prohombres burgaleses a los que identificaban con don Carlos, siendo asesinado tres días más tarde y de forma muy violenta Jofre Cotannes, hombre de confianza del monarca. La localidad quedó en manos de los revoltosos y el 30 de agosto otro brote de violencia motivó que el prelado Rodríguez de Fonseca tuviera que abandonar la urbe. El 8 de septiembre se produjo un fuerte motín contra el condestable Íñigo Fernández de Velasco que, gracias a su sangre fría, logró reconducir la situación, aunque la urbe siguió en manos rebeldes. Los mercaderes burgaleses, temerosos de ver perder sus privilegios por las pretensiones del artesanado castellano, adepto a la revuelta, de que la lana merina se manufacturara en Castilla, decidieron pasarse al bando realista a finales de 1520, otorgando el rey un amplio perdón a la urbe. Es lo que se ha conocido como la Defección de Burgos. Aún hubo un intento, encabezado por el conde de Salvatierra, de levantar a la Cabeza de Castilla contra el soberano, a finales de enero de 1521, que acabó en fracaso. Este noble fue ejecutado en Burgos en 1524, olvidado por todos salvo por su antiguo criado el pintor León Picardo, gracias al cual pudo tener algo que comer en sus últimas semanas en prisión. 
Cuando pasemos por delante del Arco de Santa María y veamos al emperador Carlos rodeado de los héroes de la antigua Castilla, que parecen rendirle homenaje, quizá fuera bueno que nos preguntemos si la fachada de este monumento no fue el intento de la oligarquía comercial de la ciudad de congraciarse con su soberano y hacer olvidar el papel ambivalente que había tenido la urbe en aquellos tumultuosos días de 1520-1521.