Cleymar abre otra franquicia de limpieza al calor del corona

G. ARCE
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La empresa impulsada por Margarita Saiz empezará a operar en Gandía y ya cuenta con sedes en Ibiza, Madrid y Toledo, además de en Burgos, donde emplea a 54 trabajadores

Las desinfecciones de espacios de trabajo y públicos se han multiplicado en los últimos meses. - Foto: Patricia

Margarita Saiz ha construido su empresa desde abajo, limpiando  por su propia cuenta el portal de una comunidad de vecinos. De eso hace 17 años, hoy Limpiezas Cleymar suma 54 trabajadores en su plantilla de Burgos y en septiembre abrirá su quinta franquicia de Limpiezas a la Carta en España, concretamente en Oliva, una localidad a escasos kilómetros de Gandía, en la costa valenciana.

El paso dado es importante para esta emprendedora, Premio Joven Empresario 2014 y distinguida como Autónoma del Año por Cepyme en 2015, pues cumple con su objetivo de crear, al menos, una franquicia al año y entrar en un nuevo mercado, el valenciano, que se suma a las sedes en Ibiza, Madrid (norte y sur) y Toledo. En conjunto, cerca de 70 puestos de trabajo. 

La apertura coincide con la creciente actividad de limpieza y desinfección generada con la irrupción de la crisis del coronavirus, lo que ha despertado el interés por instalar este tipo de servicios a lo largo de toda la geografía española. 

La empresa burgalesa está certificada para el control de plagas, una de sus principales líneas de negocio, y eso le permite desarrollar tareas de desinsectación, desratización y desinfección, en este caso también contra la covid-19, en empresas, oficinas e instalaciones públicas de todo tipo. 

«Seguimos desarrollando todos los trabajos clásicos de limpieza pero en todos los lugares donde trabajamos aplicamos tratamientos de desinfección, de una jornada a otra o cuando se producen los cambios de turno de trabajo».

Desde marzo hasta la fecha al equipamiento estándar de estos profesionales se han unido la utilización de diversos tipos de productos químicos (virucidas autorizados por Sanidad) y el reforzamiento de los equipos de protección individual utilizados. También ha habido cambios en los tiempos de trabajo del personal y en las medidas de protección individuales.

Si hasta la fecha sus clientes eran empresas, oficinas, garajes, comunidades de vecinos y domicilios particulares, ahora se han venido a sumar gimnasios, centros sanitarios, ópticas, gasolineras, entre otros.

 «El sector de la limpieza vive un momento delicado, no se sabe hacia dónde camina. Ha cobrado un gran protagonismo y se enfoca hacia una especialización en torno a la desinfección de espacios», reflexiona Margarita Saiz. 

No obstante, advierte de una «cierta relajación» en las desinfecciones a pesar de que el virus sigue activo, especialmente en el ámbito del sector hostelero. «Se echa en falta una normativa regule con más rigor la protección de los espacios de trabajo y públicos para que se tome en serio la desinfección a partir de ahora».