Entre Burgos y la ciudad marroquí de Tánger hay 900 kilómetros de tierra y el estrecho de Gibraltar de por medio, pero desde el punto de vista logístico pueden no estar tan lejanas. La capital burgalesa, a través de la Sociedad Promueve y con la participación de los agentes económicos que conocen el mercado logístico, va a estudiar una posible colaboración con el llamado Tánger-Med, un gigantesco puerto artificial que movió el año pasado 4,8 millones de contenedores y que pretende convertirse en la principal entrada al sur de Europa desde el norte de África, en competencia directa con Algeciras.
Los marroquíes tienen a favor su privilegiada situación geográfica a caballo entre el Atlántico y el Mediterráneo y los burgaleses la cercanía a los puertos del Cantábrico, una buena conexión hacia Portugal y la posibilidad de convertirse en un cambiador intermodal para que las mercancías pasen del tren a la carretera.
La idea la sugirió en octubre el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander durante su presencia en el Foro Aduanero y ha ido madurando discretamente durante las últimas semanas, pero llega el momento de ponerse manos a la obra. Le queda un larguísimo recorrido por delante para poder convertirse en realidad, pero esta iniciativa que el año pasado conoció el sector logístico burgalés ha saltado esta semana al ámbito político al ser presentada a los concejales que forman parte de la Sociedad Promueve, donde se expuso un diagnóstico de la situación industrial de la ciudad y se planteó la necesidad de reforzar la conexión con otros puertos peninsulares.
En el organismo municipal no quieren ofrecer por el momento más detalles, pues el primer paso sería un contacto directo con los gestores de Tánger-Med para conocer cuáles serían sus necesidades y ofertarles Burgos como nodo logístico, pero fuentes conocedoras del sector explican que debería trabajarse junto con las navieras y que sería una oportunidad ideal de «potenciar el Tren Directo, al que daría pleno sentido».
Actualmente el enorme puerto industrial del reino alauí, que está muy cerca de Ceuta, presta servicio a los grandes barcos provenientes de toda la costa africana, del Atlántico sur y del Mediterráneo. Muchos que antes tenían que optar obligatoriamente por Algeciras ahora se pasan a Marruecos buscando el ahorro de costes. Desde ahí, una vez descargadas de los gigantescos navíos de contenedores, se pasan en naves más pequeñas a España y lo habitual es que acaben en los trenes de Algeciras.
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