SEGUNDA ENTREGA. La transformación de Burgos a vista de pájaro, desde los años 50, 60 y 70 hasta la actualidad

Plaza Mayor
Sede de la Casa Consistorial y por tanto de la voluntad y la soberanía del pueblo burgalés, el espacio en torno al cual gira el centro histórico ha sido fruto, y al mismo tiempo víctima, de las modas decorativas y urbanísticas de los últimos tiempos. A mediados de los años 50 su espacio central contaba con un óvalo ajardinado e incluso llegó a tener una coqueta fuente. Hoy en día, tras su última remodelación, ha vuelto a ser un espacio completamente gris, exento y multifuncional. Los espacios de hostelería y las atracciones puntuales, como el pequeño carrusel que sale en la foto, así lo atestiguan. 

Plaza de España
El Feygon, recién construido y con el pasaje todavía sin completar, se enseñorea de Los Vadillos en 1960. A sus pies, el viejo coso taurino sigue aún en pie y el Mercado Norte no existe. Hoy, el espacio comercial aguarda una intensa remodelación, el Feygon está rodeado de inmuebles notables y la fuente de los delfines preside la moderna plaza de España, el nudo de transporte colectivo más importante de la ciudad y la puerta al centro histórico para todos los que llegan desde las grandes avenidas del ensanche.

Río Arlanzón
Igual que sus aguas, que jamás serán las mismas por su continuo discurrir, el Arlanzón ya no es el río que partía la ciudad en dos. Ahora ejerce de eje verde, está repleto de arbolado, se encuentra intensamente edificado en ambas márgenes y en una de ellas destaca el gigantesco volumen del Complejo de la Evolución Humana. El MEH, el CENIEH y el Fórum han sustituido al viejo convento de San Pablo. Aguas arriba, y en la margen derecha, las casas de Villa Pilar ocupan las grandes parcelas de los cuarteles, una prueba más de la modernización de Burgos a lo largo del último medio siglo.