Las residencias capean la sexta ola con 500 vacantes más

H.J.
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El número de centros de mayores resiste pero la ocupación está en el 80%, diez puntos por debajo de la que tenían antes de la covid en 2019 por los fallecimientos y el miedo a la enfermedad de algunas familias

Actividades grupales en la residencia Vitalia de Tardajos. - Foto: Luis López Araico

La pandemia está superada en su versión más cruda. Tras el infierno que vivieron en aquellas semanas de marzo y abril de 2020, ninguna de las siguientes oleadas ha sorprendido a los centros de mayores pues sus residentes y trabajadores están vacunados, disponen de medidas de protección y saben ya a lo que se enfrentan. «Nunca volveremos a vivir nada peor en nuestra vida», asegura convencido Diego Juez, director de la residencia Vitalia de Tardajos y presidente de la Asociación de Residencias de la Tercera Edad de Castilla y León (Acalerte). Pero la sexta onda epidémica también está teniendo consecuencias para ellas.

Los centros de mayores de Burgos capean el nuevo envite del virus con el sudoku diario de cómo cubrir las bajas laborales que las mantienen en jaque porque no encuentran trabajadores para las constantes suplencias y con un porcentaje de ocupación total del 81,6%. El lunes 17 de enero, según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León, estaban ocupadas en la provincia 5.467 plazas de un total de 6.700 disponibles. Son 10 puntos menos que en el año 2019, alrededor de 500 vacantes, respecto al momento anterior a que comenzase la pandemia, cuando era mucho más difícil encontrar sitio para los mayores que quisieran entrar en uno de estos centros. Hoy en día la mayoría de las residencias privadas tienen hueco.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)