Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Fiera del libro

06/10/2021

Como el domingo se anunciaba lluvioso, usar la tarde de sábado aún veraniega para visitar la Feria del Libro que hasta el próximo día 10 estará en la Plaza Mayor me pareció una idea acertada. Así, con mi sombrero y mi bastón, me dirigí junto a dos amigos a recorrer los puestos. Según nos acercábamos, vimos al Capitán América saliendo de una de las librerías, y a bastante gente saltándose el vallado de seguridad para entrar o salir de la feria por donde mejor les parecía. De hecho, tras dar casi la vuelta completa a la precaria delimitación, y en vista de que parecíamos ser los únicos que la respetaban, al final nosotros hicimos lo mismo, pero con remordimientos.
Recorrimos los puestos como fieras, buscando el hueco entre la multitud. Multitudes a las que uno ya no está acostumbrado, pero que sin duda han vuelto para quedarse. Lo malo de las multitudes son las multitudes en sí. Lo bueno es que, a poco que tengas el oído levemente entrenado te encuentras con diálogos que dan para obras completas. Mientras buscaba un libro, detrás de mí un matrimonio tuvo un diálogo genial. «Mira, ya han sacado un libro de Dune». «¿Dune?». «Sí, la película esa de unos que van a una playa y se encuentran con versiones más jóvenes de sí mismos». Aclararé para quien no lo sepa que Dune es una novela de ciencia-ficción de 1965, que ha sido adaptada ya un par de veces a cine y televisión y que el argumento no tiene nada que ver con ese. En realidad, ninguna película va de eso que hablaban, pero esa es otra historia. También me sorprendió una señora practicando un nuevo tipo de negacionismo. Tras el negacionismo pandémico, el negacionismo de las vacunas y el negacionismo de los volcanes, llega el negacionismo de la literatura. Según ella, los escritores no escriben ya sus libros, son otras personas las que lo hacen, porque a ver si no de dónde van a sacar tanto tiempo los escritores para escribir tantos libros.
Y bueno, como que con eso ya tuve suficiente de lo que viene a ser gente, compré dos libros bastante chanantes, nos fuimos a cenar a un sitio agradable como para volver y nos reímos un buen rato contando anécdotas porque tampoco somos muy de llorar. Ya se lo contaré a ustedes algún día cuando escriba una novela.
                              @VladimirConV