Las quejas por los problemas de salubridad que se sufren en la calle Emperador no son nuevas y hasta la Policía Local ha hecho informes sobre los vertidos de las aguas fecales que se producen a la vía publica y de la situación en la que se encuentra el patio trasero del edificio del número 2 completamente inundado. La zona huele mal y hasta hay presencia de roedores y los vecinos de los edificios colindantes ya no pueden más. 

El área de Licencias ha elaborado un informe en el que se dan 72 horas a los propietarios para proceder al desatasco y a la limpieza inmediata y un mes para que procedan a sustituir el colector. De lo contrario pondrá en marcha un expediente sancionador e, incluso, podría llegar al corte del suministro de agua si no se repara. 

En el informe consta que el problema es «recurrente» y que, tras haber realizado numerosos desatascos, vuelve a aparecer. Técnicos de Sanidad y de Aguas de Burgos visitaron el inmueble en mayo y concluyeron que el vertido de las aguas fecales tiene su origen en una rotura de las tuberías interiores de saneamiento. Días después se insta a la comunidad de propietarios a realizar las obras de reparación de la red para dirigir las aguas pluviales y fecales a la red pública y se le da un plazo de un mes pero no hay respuesta.

Las quejas de vecinos de los inmuebles colindantes se siguen sucediendo y ahora el Ayuntamiento confía en que la comunidad de Emperador 2 responda a sus requerimientos. Los trabajos para restaurar la situación se han valorado en 8.273 euros y si no actúa se iniciará el procedimiento sancionador. 

Dos de los pisos del edificio son propiedad de bancos y están okupados y en el bajo hay un local que cerró hace años. Los vecinos de Emperador 8 llevan tiempo denunciando que se han producido filtraciones en su garaje, donde el olor es insoportable y muchos de ellos ya no dejan sus vehículos en el interior. 

Parte de la acera está permanentemente inundada y constituye un problema de insalubridad.