Un estudiante de matrícula

RODRIGO C. LEÓN
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Carlos Hervás ha sido reconocido como el mejor expediente académico arandino de Segundo de Bachillerato, y destaca a «la organización y trabajo diario» como clave de ello

Carlos Ángel Hervás en los exteriores de su centro educativo, el I.E.S. Vela Zanetti de Aranda de Duero. - Foto: R.C.L.

Como si los exámenes de la EBAU fueran otra prueba más del instituto. Con esa filosofía se lo tomó Carlos Ángel Hervás, que ha sido el alumno con la nota más alta de los centros educativos arandinos. El estudiante del IES Vela Zanetti ha alcanzado una puntuación de 9,81, por lo que recibió el homenaje del Club Rotario de Aranda, en reconocimiento al mejor expediente académico de Segundo de Bachillerato, al tener en cuenta la prueba. 

Este premio le permitirá asistir a un campamento en un país centroeuropeo, una vez finalicen las diversas restricciones generadas por la pandemia. En anteriores ediciones, el destino elegido ha sido Dinamarca, por lo que se presenta como la opción más probable. Todos los gastos del desplazamiento serán cubiertos por Club Rotario Aranda. Además, el pasado 5 de julio fue galardonado mediante un evento organizado en el Hotel Tudanca, y Carlos lo vivió como un instante muy especial. «Te das cuenta del mérito y valor del trabajo de estos años», indica.

Una vez pasado el momento más complicado, reconoce que a pesar de ir tranquilo, «antes del primer examen era difícil no estar algo nervioso». Tras ese contacto inicial, el resto de la historia se cuenta sola. Unos días después de realizar la prueba, recibió con entusiasmo las calificaciones. «Me esperaba buena nota porque me había salido bien, pero no imaginé que tanto», confiesa.

«Fui de los últimos en ver las notas porque no cargaba la página, y quería descubrirlas con mis padres», declara el estudiante. Tras ello, recuerda que recibió un enorme número de felicitaciones tanto desde su familia como del centro educativo. La preocupación que existía entre los alumnos por los exámenes de historia e inglés (detectaron errores en la prueba), quedó a un lado al ver que su puntuación final (incluidas optativas) era de un 13,76 sobre 14. «Para mí fueron más duros los dos años de Bachillerato que la propia EBAU», afirma. Carlos reconoce que estos son cursos que definen prácticamente el futuro de uno mismo, por lo que «la organización y el trabajo día a día», son la receta para poder superarlo holgadamente. Además, destaca que el estudio no ha sido un impedimento para continuar con sus aficiones en su tiempo libre. «He estado yendo cuatro días a la semana al gimnasio y saliendo con mis amigos. Con una buena organización hay tiempo para todo, y resulta vital para poder evadirse», resalta.

De cara a su futuro más cercano, Carlos tiene la intención de desplazarse a Madrid para comenzar su formación universitaria. La idea del joven arandino es estudiar Relaciones Internacionales en inglés, o bien apostar por el doble grado de la misma. Sea como sea, lo realizará en la Universidad Carlos III (Getafe).

Como mensaje a las próximas generaciones, recomienda que esta etapa debe vivirse «con confianza y sin nervios». Además, aconseja «llevar un Bachillerato trabajado desde el primer día».