Carga de optimismo en Villafría

H.J.
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Aunque se trató de operaciones puntuales, el aeropuerto burgalés logró mover el año pasado casi 40 toneladas, cinco veces más mercancías que en sus 11 ejercicios anteriores

Panorámica de las instalaciones aeroportuarias de Burgos con la terminal de pasajeros en primer plano y la aduana al fondo. - Foto: Alberto Rodrigo

En el balance anual del tráfico en el aeropuerto de Burgos que recientemente presentó AENA hubo un dato que pasó desapercibido. Quizás porque damos por hecho que en esa casilla aparecería un 0 o como mucho una cantidad simbólica, nadie reparó en que a lo largo del año 2019 Villafría logró mover casi 40 toneladas de mercancías, un dato absolutamente inédito a lo largo de su corta existencia.

La cifra, que fue de exactamente 39.646 kilos, supone de hecho multiplicar por cinco lo conseguido a lo largo de los 11 años anteriores, aquellos que contempla la estadística del organismo ministerial desde que el aeródromo burgalés fue ampliado y reinaugurado en el año 2008. Lo máximo que se había logrado hasta ahora eran los 3.500 kilos de 2014 y por debajo de esos datos encontramos los apenas 1.800 de 2010 o los 1.600 de 2018.

Este dato colocó a Burgos por encima de otros aeropuertos con muchísimo más tráfico de pasajeros como Asturias, Pamplona o Valladolid, pero sigue a años luz de los gigantes de la carga aérea como Barajas, Zaragoza, Barcelona o Vitoria. Aun así, permite mantener un mensaje de optimismo respecto a las posibilidades de Villafría si pudiera consolidarse como una infraestructura atractiva para este tipo de operaciones.

Fuentes conocedoras del sector explican que se trató de envíos "puntuales" vinculados al sector de la automoción, y concretamente al grupo Renault, que por motivos desconocidos no fueron enviados como suele ser habitual al aeropuerto vitoriano de Foronda o al vallisoletano de Villanubla. No se espera por tanto que se repitan, pero demuestra que ahí está Burgos si algún día fallan las otras.

Conscientes de este potencial, desde la sociedad Promueve Burgos trabajan en la diversificación del aeropuerto local para que no dependa solo del movimiento de personas. La pista mide 2,1 kilómetros de largo, lo que resulta escaso para las grandes cargueras, pero podría servir para empresas interesadas en envíos poco pesados y paquetería pequeña.

A este respecto, desde este organismo municipal explican que han mantenido negociaciones con empresas de mensajería (cuyos nombres prefieren no desvelar todavía por discreción) a las que Burgos podría resultarles atractivo como punto de llegada y destino de envíos urgentes a los que no les merezca la pena aterrizar a más de 100 kilómetros de distancia. Solo el tiempo podrá decir si ese trabajo de comercialización obtiene sus frutos.