Denuncian el abandono del 'cole' de Treviño y urgen invertir

Ó.C.
-

La dirección del centro demanda que se actúe en las instalaciones y considera prioritario que se pinte para renovar su imagen. Los propios profesores y padres adecentan los desperfectos

Hay humedades que se han reparado, pero no se ha pintado, lo que deja una pésima imagen. - Foto: Ó.C.

Zonas abandonadas, goteras, humedades y la necesidad de pintar las paredes para eliminar los numerosos desconchados. Esta situación se vive en el colegio del Condado de Treviño en el que estudian 58 alumnos, entre los cursos de Infantil y Primaria. Su directora es Verónica Méndez, quien pide que se actué en unas instalaciones, en las que afirma que existe falta de mantenimiento. La responsabilidad de adecentar el centro escolar corresponde al Ayuntamiento, aunque en el colegio continúan a la espera de que la administración local cumpla su promesa y por lo menos pinte las aulas y zonas comunes.

El declive se arrastra desde hace años y aunque el Consistorio sí que se ha encargado de reparar algunas goteras y se han comprado libros, Méndez remarca que se hace lo mínimo y como ejemplo enseña el comedor, donde Sanidad obligó a eliminar varios puntos en los que se repararon fugas de agua, pero una vez se ha tapado la zona no se ha vuelto a pintar, por lo que la imagen de abandono sigue presente en el día a día. 

Por todo esto «hemos insistido mucho en que el colegio necesita mantenimiento», recalca la directora, quien recuerda que cuando llegó este verano se la comunicó que había una partida específica para pintarlo, aunque desde aquel momento lamenta que se han acumulado las «trabas y excusas» y «no todo se puede achacar a la covid», advierte.

Además de la falta de inversión, Méndez aclara que cuando empezaron el curso los propios profesores se encargaron de limpiar algunas salas del colegio, que acumulaban «basura». Lo hicieron con el reto de conseguir nuevos espacios para evolucionar y «porque el ambiente de trabajo es importante». No solo el cuerpo docente -formado por diez personas- se ha puesto manos a la obra para mejorar la imagen del colegio, también los padres colaboran en hacer más acogedor el edificio en el que estudian sus hijos.

La directora ensalza la importancia de crear un buen entorno  para los alumnos y que los estudiantes progresen, «en un colegio que por el contexto en el que está debería de ser un poco innovador», sostiene Méndez, que añade que si se consigue también «haría más atractivo el destino para los profesores, lo que haría que se quedaran más tiempo y se pueda avanzar». Para conseguir todo su potencial, la dirección del centro incide en que existe diferencia entre «entrar en un cole acogedor y cuidado a un edificio como este». Por este motivo, el deterioro del centro «sí que repercute en la educación de los niños, porque si decimos que tienen que ver su mesa ordenada y estás en una habitación sucia te estás contradiciendo», reflexiona la directora.

Al margen del mantenimiento urgente para eliminar todas las deficiencias, Méndez remarca otro aspecto de mejora en la que a su juicio se necesita actuar, aunque no  sea a corto plazo. Se trata del acceso al colegio, que se comparte con  la entrada a unas viviendas sociales «por lo que se necesita una entrada diferenciada», por la seguridad de los pequeños. De hecho, el patio de infantil se ubica entre la puerta de dos viviendas.