Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Un gobierno de acción

02/09/2021

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a inaugurar el curso político mediante una conferencia ante un grupo de invitados entre los que se encontraban empresarios, agentes sociales, representantes la sociedad civil y del mundo de la cultura, que se ha convertido en un monólogo en el que ha derrochado optimismo, nada de autocrítica y ha diseñado un futuro en el que se va a desarrollar una agenda reformista de largo alcance. Sin mucha inquina, tampoco desaprovechó la oportunidad para pedir al Partido Popular que vuelva al consenso constitucional y permita la renovación de las instituciones que se encuentran con sus integrantes con mandatos caducados. Un “Gobierno de acción” se ha autotitulado, resuelto a llevar a cabo una agenda reformista en los días de legislatura que quedan por delante, dijo. Para que Pablo Casado abandone toda esperanza de elecciones anticipadas.   

Como se ha tratado de un monólogo, Pedro Sánchez no se ha visto en la obligación de pasar de las musas al teatro, del enunciado de grandes líneas a la concreción de medidas, más allá de la confirmación de que se subirá el Salario Mínimo Interprofesional. Si la situación del país evoluciona, a su juicio, de forma favorable, habría sido un buen momento para que se sometiera a un debate sobre el estado de la Nación que está pendiente desde hace media docena de años. Sería el momento para cambiar el ejercicio de propaganda –ningún mandatario renuncia a ellos- por dar cuenta en sede parlamentaria y escuchar las críticas de la oposición, y en su caso sus propuestas.  

Pedro Sánchez, no obstante, no se ha arrogado el mérito en solitario de que la situación económica y social sea mejor que hace un año, sino que lo ha atribuido a la unidad de acción y a la lealtad de todos los actores involucrados y gobiernos autonómicos y locales, que han permitido mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos con respecto al año pasado por la evolución de la vacunación y la recuperación económica.  

El jefe del Ejecutivo ha hecho profesión de fe socialdemócrata en una triple dirección. En primer lugar pidió que no se olvidara la lección de la importancia de lo público, de la necesidad de reforzar el estado de bienestar en todos sus pilares, incluido el Salario Mínimo Vital y la innovación científica para favorecer la recuperación a los niveles prepandemia y para afrontar nuevas situaciones imprevistas. En segundo lugar, apeló a la necesaria colaboración público-privada porque se cuenta con la “sólida experiencia” de que cuando el país trabaja unido “consigue todo lo que se propone”. Por último, destacó la necesidad de una agenda reformista para abordar la revolución digital y la verde desde una perspectiva social, intergeneracional, de género y de cohesión territorial.  

Pero los buenos propósitos chocan a menudo con la realidad y los asuntos contingentes como el desorbitado precio de la energía. Sánchez ha relatado las medidas aprobadas que han servido para paliar algo el efecto de la subida y que los dos proyectos de ley en tramitación contribuirán a paliar la situación y sin salirse del marco regulatorio europeo, para lo que ha pedido apoyo a socios y adversarios, sin recetas mágicas que luego generan facturas que hay que abonar a las eléctricas. Aviso a Unidas Podemos.