El otoño irrumpió en el calendario el pasado 23 de septiembre pero días antes de su llegada, el alto de La Pedraja, un paraje de la N-120 cercano a Villafranca Montes de Oca, comenzó a experimentar una explosión de setas y hongos que no se registraba desde hace seis años en esta época. Las lluvias caídas en las últimas semanas han servido para que distintas variedades broten con fuerza en esta zona.

La mejor campaña de los últimos tiempos, que está a punto de finalizar, dejará unas dos toneladas de boletus en La Pedraja. A pesar de que la temporada está siendo un fracaso en prácticamente toda  la provincia, a excepción de alguna zona de Merindades, en este enclave natural los hongos han salido de manera excepcional.

Seteros de múltiples rincones del país se han visto atraídos por el fenómeno y llevan más de 20 días acudiendo hasta este rincón burgalés con cesta y navaja en mano para disfrutar de una buena jornada micológica.
Llama la atención la cantidad de hileras de vehículos aparcados en ambos laterales de los cortafuegos, todos ellos pertenecientes a los aficionados, pero aún más el número de personas que aparecen entre el paisaje. La semana pasada y los primeros días de esta, los boletus abundaban y varios seteros afirman que en «menos de una hora» era fácil llenar la cesta. La situación ha cambiado. Según el micólogo Martín López Cueto, los brotes de hongos tienen un periodo de caducidad. Generalmente aparecen durante 15 o 20 días o un mes alargando un poco «siempre y cuando haya humedad».

De ello también dan fe la mayoría de los aficionados que ayer se encontraban en este monte. Seguían cogiendo buenos ejemplares, de tamaño aparente, pero no como días anteriores. «El color de la parte baja del sombrero se ve más verdosa y la calidad ya no es la misma», declara un setero.

A pesar de que la campaña llega a su fin, sigue acudiendo gente de País Vasco, Asturias, La Rioja, Burgos en búsqueda del boletus edulis, el ‘rey del otoño’. Una pareja de Llanes ha querido pasar unos días con unos amigos burgaleses para experimentar en primera persona la experiencia de la recogida de setas. «Hemos pagado 10 euros por el permiso de un día y únicamente podemos recoger 5 kilos», afirman.

Los negocios de los pueblos aledaños también se benefician de la buena campaña. Tras la barra de los establecimientos hosteleros de Villafranca Montes de Oca reconocen que la presencia de seteros es constante en los últimos días, sobre todo los fines de semana. Afirman que la gran mayoría proceden de tierras vascas y de Burgos, que pasan el día en el monte, comen y después se van. «No es habitual que pernocten», exponen.

Tres aficionados de Guipúzcoa confirman que los rumores de la buena temporada de boletus de La Pedraja ha llegado hasta su municipio, Ordizia, y que han decidido sacarse el permiso, probar y pasar el día. «No nos está yendo mal la jornada, también nos llevaremos algún níscalo para casa».

Pero el bombazo micológico también ha atraído a furtivos, personas que se saltan las reglas y arrasan allá por donde pasan. Se saltan las normas y muchos de ellos consiguen llenar los maleteros de los coches con distintas especies. Los agentes rurales del coto están denunciando a mucha gente que se excede de la cuantía marcada y a otros que ni siquiera llevan el permiso necesario. Según uno de estos guardias, algunas de las personas a las que llaman la atención se revelan contra ellos, llegándoles a «insultar y amenazar».

Por otro lado, López Cueto alerta del peligro que se corre al comer una especia tóxica. Y es que muchos individuos confunden variedades y el desconocimiento en esta rama puede causar letal.

En La Pedraja nacen miles de especies y muchas de ellas son peligrosas. Los esfuerzos de las asociaciones micológicas no son baldíos y un claro ejemplo es que uno de los hongos silvestres mas peligroso al ser ingerido es la amanita phalloides. «Cada vez lo conoce más gente y está dejando de tener el riesgo que tenía tiempo atrás », manifiesta el experto. Otros ejemplares peligrosos son el clitocybe rivulosa o algún tricholoma.

JORNADAS EN DICIEMBRE

Los días 2 y 3 de noviembre se celebrarán en Villafranca las XXIV jornadas micológicas. El sábado está prevista una salida por el monte para recolectar setas. Habrá un aula de medio ambiente dirigida y un taller de orientación dirigido a niños y una conferencia a cargo del guía micológico José David Fernández. Durante el domingo se degustarán varias especies de setas en los salones de las escuelas.