Lo venían advirtiendo hace mucho tiempo. La situación en la que se encuentran los patios del colegio Alejandro Rodríguez Valcárcel iba a dar algún día un disgusto. Y ese día ha llegado. El pasado miércoles, dos niños se tropezaron con una de las grietas que hay en el suelo durante la clase de Educación Física y han sufrido sendos esguinces, según denunciaron desde la asociación de madre y padres del centro escolar. «Por suerte, no ha sido excesivamente grave y los niños están bien, incómodos, pero bien. Lo que nos molesta es que llevemos tanto tiempo exigiendo unos arreglos que nunca llegan y que estamos convencidas de que esto no hubiera ocurrido si el suelo estuviera en mejores condiciones».

La ampa, que ya se ha reunido con el director provincial de Educación, a quien trasladó todos los arreglos que consideran tienen que hacerse en el colegio, tiene hoy un encuentro con el concejal de Fomento, Daniel Garabito, a quien le harán llegar un listado de los desperfectos, ya que es el Ayuntamiento el que se encarga del mantenimiento de los colegios públicos. Nada menos que desde el año 2007 vienen quejándose las familias del deterioro generalizado que ha sufrido el centro sin que hasta ahora les haya escuchado nadie. De hecho, existe un proyecto para convertir los patios en un espacio de ocio y aprendizaje, que fue diseñado por dos profesoras, y que aún no ha visto la luz. «Nos dicen que se ha retrasado por la pandemia pero realmente no vemos que haya demasiado interés», explican.

Está pendiente, por ejemplo, la colocación de una tejavana desde hace más de diez años, y el arreglo de la mitad del tejado. En este sentido, declararon a DB que tenían la impresión de que se estaban burlando de las familias: «Parece que nos torean porque da la impresión de que no hay dinero para arreglar la otra mitad del tejado».

El pavimento de las áreas de esparcimiento de los escolares tiene un gran nivel de deterioro, con grietas de gran tamaño que han sido las causantes ahora de estos dos accidentes, por suerte, de carácter leve. También se encuentran alcantarillas levantadas y las raíces de los pocos árboles que hay -las zonas de sombra son casi inexistentes- han levantado ya varias zonas del patio. Por otro lado, el arenero -en el que no hay ni una goa de arena- no puede ser utilizado por los niños debido a la suciedad y el descuido que acumula. Las familias se han quejado en varias ocasiones, además, de que no exista un gimnasio para desarrollar las actividades de Educación Física.