La nieve ha llegado, por fin, en cantidad suficiente al puerto de Lunada y la empresa Snow Mountain cruza los dedos para que las precipitaciones de lluvia no dejen sus planes en agua de borrajas, como sucedió con la primera nevada de la temporada hace apenas quince días. Logró acumular 98 centímetros de nieve, pero en unas horas las fuertes lluvias los redujeron a 40, según recuerda Juan Carlos Torres, consejero delegado de la firma que explota la estación y que confía en abrir las pistas por primera vez en esta temporada el sábado, «si todo va bien», y «quizás el viernes, si todo va fantástico».

Las máquinas quitanieves de la Junta de Castilla y León no han podido con el temporal durante el fin de semana, en que la carretera del puerto de Lunada ha permanecido cerrada al tráfico. En la mañana de ayer lo intentaron con un camión quitanieves, pero finalmente fue necesaria la intervención de una fresadora para subir hasta el cruce de la estación de esquí, que se alcanzó a las cuatro y media de la tarde. Hubo que fresar la nieve y una buena capa de hielo. No obstante, a última hora de la noche, la información de vialidad de las carreteras de la Administración regional seguía señalando la carretera del puerto de Lunada como cerrada al tráfico, posiblemente porque los trabajos continuarán hoy para ensanchar el carril abierto, insuficiente para una circulación adecuada de vehículos en las dos direcciones.

La llegada de las quitanieves de la Junta era muy esperada tanto por los gestores de la estación de esquí, que esta mañana comenzarán con la limpieza de los 2,5 kilómetros de la carretera que da acceso al refugio y las pistas, como por los moradores del barrio de Lunada y el Refugio Castro Valnera que permanecían sin electricidad desde el sába- do por la mañana. Sus gestores lamentaban haber pasado 50 horas sin electricidad en fin de semana «con lo que ello acarrea». Los operarios de la empresa Aduriz Distribución pudieron subir ayer detrás de las máquinas y resolver la avería reparando el fusible fundido por los relámpagos de la intensa tormenta de nieve vivida durante la madrugada del viernes al sábado.

En la estación de Lunada, los rayos también han hecho mella en el suministro y Torres admitía ayer por la tarde que las instalaciones estaban en esos momentos «sin luz y sin teléfono». Así pues, la primera tarea prevista para hoy era la apertura de un carril con una fresadora contratada y la máquina quitanieves de la estación. El objetivo del gerente de la estación era que por la tarde pudieran llegar los diferentes operarios encargados de reparar las instalaciones eléctricas y otras incidencias que pudieran haber surgido. Esas reparaciones determinarán los tiempos de puesta a punto de la estación, que ya cuenta con tres remontes renovados.

La apertura del tercero esta temporada permitirá, enlazando dos trayectos en telesquí, ofrecer un descenso de 1.200 metros. Se podrá llegar al nuevo remonte operativo desde cualquiera de los dos activos hasta ahora y que permiten descensos de 430 y  500 metros. A ello se suman tres telecuerdas para debutantes, uno de los cuales acercará por primera vez a los esquiadores desde el aparcamiento hasta los remontes.