Las energías alternativas en el ámbito de la calefacción y agua caliente en edificios ha sumado en Aranda de Duero el uso de biomasa con la puesta en marcha de la red de calor y el Ayuntamiento se quiere subir a este carro para, entre otras ventajas, conseguir un ahorro en la factura de los suministros. La intención de la administración local es que, para el próximo invierno, ya se haya implantado este nuevo sistema en una gran parte de los edificios públicos, "para todos los que alcance" la infraestructura ya creada, aclara la alcaldesa de Aranda, Raquel González, que añade que el objetivo es "intentar convertirlos en más medioambientalmente sostenibles".

El proyecto apunta a que los primeros inmuebles que se enganchen a la red de calor sean aquellos que están ubicados al sur del río Duero, desde los más cercanos a la central de biomasa, como el Parque de Bomberos, a los más alejados, como la sede de la Policía Local que está en vías de edificación en el sector Centro Cívico, y en cuyo proyecto se tendrá que hacer una nueva modificación para que cuente con la infraestructura necesaria para este tipo de suministro de calefacción y agua caliente desde el inicio.

El ahorro que se estima que puede suponer para el gasto que acarrea calentar estos inmuebles es del 20% con respecto al actual sistema, "con los precios que ahora tiene la red de calor y el precio del petróleo que está subiendo", apostilla la alcaldesa, que califica este ahorro como "una cifra nada desdeñable". Los servicios técnicos municipales están trabajando en la elaboración del pliego de condiciones para sacar a contratación el suministro para que, siguiendo la actual normativa que rige las administraciones públicas, cualquier comercializadora pueda optar a este contrato. "Queremos ser abastecidos por la red de calor, independientemente de quién sea la empresa. El contrato está en marcha, se está preparando para que se nos empiece a prestar este próximo invierno", reitera González.

Algunos de los inmuebles municipales que ya se podrían beneficiar del uso de la red de calor son el edificio de Las Francesas o la piscina cubierta, hasta donde ya ha llegado la infraestructura necesaria, además del recinto ferial que, junto el Parque de Bomberos, se  encuentran en las inmediaciones de la central de biomasa arandina. A estos se puede unir también el colegio Santa María, donde la alcaldesa reconoce que el sistema de calefacción necesita una actualización. "Sabemos que está fallando pero no vamos a cambiar ya la caldera, la arreglaremos y el próximo año queremos que tenga ya red de calor", apunta González. 

El contrato podría incluir también el abastecimiento a través de la red de calor de las instalaciones deportivas del polideportivo Chelva y las dos escuelas infantiles municipales, donde la ubicada al otro lado de la avenida Murillo está en la misma situación que el polideportivo, ya que hasta allí aún no ha llegado la infraestructura necesaria, mientras que la guardería que hasta ahora está gestionando Asemar pero que va a pasar a manos de la gestión del Ayuntamiento se encuentra en las inmediaciones de la central de biomasa, colindante al recinto ferial.