Hipótesis pésima. H2. Así han venido los técnicos a denominar el escenario más catastrófico en caso de accidente en la presa de Castrovido. Si está a rebosar (la cota de coronación son 1.048 metros) y desaguando en plena avenida del río Arlanza, las aguas tardarían exactamente 17 minutos en arrasar Salas de los Infantes y su entorno y en menos de dos horas habrían anegado también La Revilla y Ahedo, Contreras, Cascajares de la Sierra, Hortigüela, Retuerta y Covarrubias.  Se trata de una posibilidad remota pero que está contemplada en el Plan de Emergencia que ayer se presentó a la población en el Teatro Auditorio de Salas, con una somera explicación de los 4 escenarios (de 0 a 3) previstos en función de la gravedad del problema.

«La posibilidad de fallo es muy pequeña, las consecuencias pueden ser muy graves», insistió Javier Fernández Armiño, director adjunto de la Dirección Técnica de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para justificar la necesidad de la difusión de este documento. Pero también recalcó que una presa no es «frágil» como «una copa de cristal, que se rompe y se desborda en un instante» y que los 800.000 metros cúbicos de hormigón que han sido depositados allí a lo largo de 17 años de obras no colapsan de la noche a la mañana.

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