En un contexto en el que el descenso demográfico se traduce en una merma de matrícula en el ámbito educativo, no suele ser habitual que un centro tenga problemas de espacio al haberse incrementado su número de alumnos. Sin embargo, el instituto Diego de Siloé presenta esta situación, que se verá acrecentada el próximo curso después de que en el actual haya ganado una unidad más de primero de la ESO y vaya ya hacia seis líneas. La solución está dada y consiste en la adecuación de espacios que actualmente tienen escaso uso para convertirlos en tres aulas que se pondrán en marcha en septiembre.

La directora del centro, Áurea Arranz, reconoce que lo deseable hubiese sido una ampliación de las instalaciones, si bien precisa que la explicación que se ha dado desde la Administración regional es que ese crecimiento de la cifra de estudiantes obedece a un incremento puntual demográfico debido a que la matrícula en Primaria "ya está bajando". Bien es cierto que existe espacio donde se podría levantar una nueva infraestructura, ya sea ampliando la actual o en el solar situado enfrente, que actualmente sirve de aparcamiento y que el año pasado cedió el Ayuntamiento a la Consejería de Educación. "Si nos vamos a una obra mayor hace que los plazos se dilaten y necesitamos ya tres o cuatro aulas", afirma. 

A esa razón demográfica se une también el hecho de que está ubicado en una zona de expansión urbanística, u otros motivos de carácter académico. Todo ello ha llevado a un incremento de la matrícula del 34,5% desde el curso 2012-2013 al pasar de los 485 alumnos a los 652 de la actualidad. La solución que se ha dado pasa por una intervención menor, no superior a los 44.000 euros, y que se ejecutará este verano dentro del programa de mantenimiento de centros educativos de la Junta.

Otro de los lugares que se acondicionará será el laboratorio de Física. - Foto: Jesús J. Matías

Esta consiste en la adecuación de un pequeño gimnasio como dos aulas. A este proyecto se unirá la adaptación con el mismo fin del laboratorio de Física, que "es el que menos se usa". Las dos actuaciones ya están confirmadas por parte de la Dirección Provincial de Educación, aunque también se prevén más de cara al verano de 2021. En este caso consistirían en la transformación del taller de plástica para convertirlo en otras dos clases y una tercera en una zona del patio que ahora está cubierta. 

"Hay que decir que estábamos preocupados por el problema de espacio y que en el primer trimestre hemos invertido tiempo y energía junto a la Inspección Educativa para analizar la situación", explica Arranz, quien recuerda que hace dos años ya se acondicionó la antigua vivienda del conserje como aulas de refuerzo de inglés que ahora se están usando para desdobles.

Tranquilidad. Desde la Dirección Provincial de Educación se quiere lanzar mensaje de "tranquilidad" a las familias y se asegura que la situación "está controlada". "Estamos en ello y ya se han tomado las medidas oportunas para que el curso que viene se garantice que haya más clases y que no sea en detrimento de los espacios de usos comunes del resto del instituto", sostienen fuentes de este departamento, que inciden en que en los tres colegios adscritos al instituto de San Pedro y San Felices (Padre Manjón, Sierra de Atapuerca y Villagonzalo Pedernales) ya se ha notado una bajada de la matrícula por la caída de la natalidad.