El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, afirmó ayer que el HUBU asumirá a los pacientes ingresados en San Juan de Dios tras el cierre del hospital privado; algo que, según comunicó esta semana la congregación a las trabajadoras, se producirá el 31 de diciembre. Lo que no avanzó Igea es en qué lugar del hospital público se va a instalar a estos enfermos (de media o larga estancia y con necesidad de cuidados paliativos) mientras se acondiciona el Divino Valles para este cometido. Ayer eran 49 los pacientes ingresados en el hospital de la Isla.
Esa falta de concreción y claridad con respecto a una necesidad inminente desató ayer las críticas de representantes locales del PP y del PSOE, como son la portavoz de los populares en el Ayuntamiento de Burgos, Carolina Blasco, y el portavoz socialista en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Castilla y León, Jesús Puente. Los dos lamentaron ayer el cierre del hospital privado después de más de sesenta años de actividad y, sobre todo, en un momento como el actual. «Burgos no puede perder ni una sola infraestructura sanitaria, y menos en la peor crisis sanitaria en décadas», dijo Blasco en un comunicado remitido a los medios en el que también calificaba de «injustificable la fórmula elegida para la rescisión del convenio.
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