"Horas antes de caerse estuve dentro y tuve un mal pálpito"

L.M.
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La iglesia de Villanueva de los Montes, cerrada al culto desde hace 12 años, se vino abajo el jueves, instantes después de que una vecina y el párroco de Oña comprobasen su mal estado

Visitación Gómez, una de las siete vecinas del pueblo, frente a la iglesia de San Román. - Foto: Patricia

Guiarse por su instinto y por la prudencia puede que haya salvado de un buen susto a Visitación Gómez y al nuevo párroco de Oña. El pasado jueves por la tarde, el religioso se desplazó hasta la pedanía de Villanueva de los Montes para comprobar in situ el estado de la iglesia de San Román, cerrada al culto por su precario estado desde hace más de 12 años; es más, los dos últimos entierros que se debieron celebrar allí tuvieron que oficiarse en Oña, a 8 kilómetros por una estrecha carretera con mal asfalto y llena de curvas que desemboca en la N-232. Una vez en su interior, la vecina tuvo un mal presentimiento, y recomendó encarecidamente que ambos abandonasen el templo, cosa que hicieron inmediatamente. "Siempre ha estado mal. Hace 15 días se cayó un tabique", recuerda Visi, como es conocida entre los apenas 7 habitantes censados del municipio.
La visita concluyó, y ella volvió a su casa junto a su marido, a escasos metros del templo. Menos de dos horas después, su temor se convirtió lamentablemente en hecho, y parte del tejado se vino abajo. "Tengo un disgusto enorme. Aquí me casé y bauticé a mis tres hijos", recuerda emocionada. Uno de ellos, José Ignacio Herrán, es hoy alcalde pedáneo, y explica que lleva años ‘luchando’ con el Ayuntamiento de Oña y la Diputación para lograr financiación que ayude a conservar la iglesia, pero todo a quedado en balde. No obstante, espera ponerse en contacto con el Arzobispado y la propia administración provincial para tratar de volver a erigir el tejado caído.
Gran valor. Pese a ser un pequeño pueblo casi en mitad de la nada, la iglesia de San Román de Villanueva de los Montes contenía en su interior numerosas reliquias, objetos y cuadros muy importantes. La propia Visitación recuerda dos pinturas de la Virgen María con su prima Isabel, una cruz de plata de San Clemente o una patena y un cáliz que se conservan actualmente en Oña. Los primeros se guardan en Burgos. También destaca la pila bautismal, aunque su ubicación, donde se dispone el altar, hace muy probable que no haya resultado dañada.

[Más información, mañana martes en la edición impresa de Diario de Burgos]

 

La entrada al templo ha quedado completamente inaccesible.
La entrada al templo ha quedado completamente inaccesible. - Foto: Patricia