Proyecta un cámping cerca del que arrasó la riada de Frías

S.F.L.
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El vecino Raúl Urruchi invertirá en unas nuevas instalaciones, a 500 metros de las antiguas, con 59.000 m2 y capacidad para 240 personas en 60 parcelas. Se generarán de inicio 3 puestos de trabajo

Desde el lugar donse de situará el cámping se aprecia la panorámica de Frías y los Montes Obarenes de fondo. - Foto: DB

Raúl Urruchi, vecino de Frías, espera a que el Ayuntamiento apruebe la solicitud de licencia urbanística para comenzar con las obras de construcción de un nuevo cámping a, a unos 500 metros del que la crecida histórica del río Ebro de 2015 dejó totalmente destruido. Un proyecto ambicioso que por el momento pretende dar cabida en un espacio de 59.000 metros cuadrados a unas 240 personas repartidas en 60 parcelas. «Los trabajos se desarrollarán por fases y en el caso de obtener el éxito esperado, se ampliará la zona», expone el emprendedor.

El cariño a su ciudad y la necesidad de reinventarse han motivado que este fredense «apueste por el progreso» de la pequeña localidad, una de las más visitadas de la provincia burgalesa, puesto que sobrepasa los 80.000 visitantes anuales. «Es triste comprobar como la gente emigra a las ciudades en busca de oportunidades laborales. Quiero que Frías mantenga la población y considero que es un lugar óptimo para desarrollar este negocio. La ciudad necesita más plazas de hospedaje y un cámping es una alternativa para conseguir turismo fijo de fin de semana y vacaciones», declara.

En el caso de recibir la autorización del permiso en el plazo establecido, Raúl pretende comenzar con los trabajos de adecentación del terreno y la edificación del edificio principal, en el que se ubicará un bar-restaurante, la recepción, un supermercado y un botiquín, a principios del próximo año. «Las obras se alargarán durante doce meses y la inauguración está prevista para comienzos de 2022 si la covid-19 lo permite», aclara el fredense.

El emplazamiento elegido para ‘levantar’ esta nueva instalación se sitúa a menos de un kilómetro del área arrasada, lugar en el que el Ayuntamiento pretende recuperar adecentando el espacio, las piscinas, el edificio donde se encuentra el bar-restaurante y también destinar una zona para picnic. Sin embargo, el terreno adquirido por el emprendedor está catalogado como no inundable, por lo que el riesgo a que la ‘historia de terror’ vivida hace un lustro se vuelva a repetir es «nulo».

Asimismo, cada una de las zonas destinadas a la colocación de  tiendas y módulos dispondrá de sus propios cuartos de baño con duchas. «De esta manera, evitaremos que los usuarios tengan que caminar durante mucho tiempo para hacer uso de los servicios ya que el área es enorme», testifica Urruchi, que pretende ir mejorando más terreno según la demanda de los viajeros. De ello también dependerá la creación de puestos de trabajo, que una vez inaugurado el cámping, se generarán tres. «La idea es ampliar las parcelas por lo que también tendré que contratar más personal», añade.

Para su construcción se utilizarán técnicas sostenibles con el uso de estructuras elaboradas con materiales ecológicos. Así, el impacto ambiental se reducirá drásticamente y se combinará con el paisaje natural. Asimismo, se utilizarán fuentes de energía renovables en la medida de lo posible para promover así un turismo ecológico.