José Ramón Remacha

El mirador diplomático

José Ramón Remacha


Atrapado por la covid

26/03/2021

El problema de las vacunas ha contaminado a la propia Unión Europea y amenaza seriamente con afectar a la cohesión de su estructura. 
Todo indica que la guerra comercial desatada entre Bruselas y el Reino Unido está al borde de explotar. Ha surgido por el suministro irregular de la vacuna AstraZeneca. No se han cumplido los contratos del suministro del Reino Unido a la UE. Y la Comisión ha amenazado con bloquear la exportación de la producción que AstraZeneca tiene en Holanda y que Londres ahora precisa. Y el Reino Unido alardea de su eficacia en la gestión de la pandemia, no sin razón, y de haber logrado una vacuna eficaz y a precio de coste. 
Por otra parte, varios miembros del Este europeo optan por la vacuna de origen ruso y todos miran con sorpresa a China que ofrece vacunas de manera gratuita. Y dentro de la UE surgen críticas a la Comisión porque ha gestionado erróneamente los suministros. 
Esta guerra tiene consecuencias muy negativas que alcanzan a los flecos pendientes del Brexit. El acuerdo definitivo entre UE y Reino Unido todavía necesita la ratificación de los 27 y más cerca de nosotros tenemos la negociación del Acuerdo Marco anunciado en Nochevieja por la ministra González Laya para suprimir la verja de Gibraltar y alcanzar las llamadas prosperidades compartidas. 
Pero no todo son tinieblas en este panorama. A última hora Alemania, concretamente la Sra. Merkel, ha dicho que la guerra no es el camino. Y de manera consecuente han celebrado una sesión de entendimiento Boris Johnson y Ursula Von Leyen del que de repente sale la luz. En su comunicado conjunto aseguran que van a trabajar juntos porque la pandemia es un enemigo común. Proyectan planes a corto y largo plazo con el fin de que no falten las vacunas. Está claro que la amenaza de una tercera ola ha hecho recapacitar sobre los riesgos de una crisis no deseada por el caótico suministro de vacunas. 
Este panorama sombrío confiamos en que empiece a despejarse en la cumbre de los 27 que de manera inminente se va a celebrar. Si así fuera la UE habrá superado una crisis que deja una triste marca en su historia.