De la Rosa apela a jóvenes y mujeres para echar a la derecha

A.S.R.
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Las primeras palabras de las intervenciones tanto del candidato a la Alcaldía como del de la Junta, Luis Tudanca, fueron para Rubalcaba

Zamarrón, Arnaiz, un exultante De la Rosa, Peña, Tudanca, Gil y Sierra, en Los Blasones antes del despegue. - Foto: Jesús J. Matí­as

Para el momento de los confetis y los brindis quedan 17 días por delante, pero indisimulable se antojaba el entusiasmo anoche en la segunda planta del Palacio de los Blasones, donde el Partido Socialista Obrero Español resguardó el inicio de campaña de la lluvia. No hizo falta que sonara el himno, ni ondearan las banderas ni subieran al escenario los dos protagonistas de la noche para que aflorara una alegría latente, solo enmudecida cuando tanto el candidato a la Alcaldía, Daniel de la Rosa, como el de la Junta, Luis Tudanca, realmente emocionado, enviaron fuerzas a Alfredo Pérez Rubalcaba, a las que se sumó la secretaria provincial y diputada del Congreso, Esther Peña, ayer la maestra de ceremonias.

Más allá de este momento, no hubo quien le quitara la sonrisa de oreja a oreja a Daniel de la Rosa, que fio su victoria el 26 de mayo a  las personas que quieren un cambio de rumbo en la ciudad después de 36 años de derechas, «desde 2003 de forma ininterrumpida», a los 31.500 burgaleses que el 28-A apostaron por un gobierno socialista y, sobre todo, a las mujeres y a los jóvenes. «Estos dos colectivos tienen que ser protagonistas del cambio», soltó elevando el tono y arrancando el primer gran aplauso.

Pero el candidato socialista también abrió los brazos a los que en otras ocasiones no se han decantado por opciones de izquierda: «Nuestro proyecto, desde la moderación y la centralidad, puede representar a todo el mundo, a todos los burgaleses y burgalesas que quieren un cambio en el futuro».  

Terminó marcando la diferencia entre Lacalle y él. «Mientras él ha demostrado que es un alcalde que no quiere serlo, priorizando un sillón en el Senado, yo me comprometo al cien por cien, porque si hay un puesto que requiere atención y compromiso es el de la Alcaldía. ¡Me voy a dejar el alma, me voy a dejar el cuerpo y el alma por defender los intereses de los burgaleses!», concluyó ya entre los aplausos de los asistentes y pasando los trastos al candidato a la Junta.

Luis Tudanca apostó por «ser capaces de iniciar un camino de esperanza y de futuro, de pelear por el sueño de una Castilla y León donde todo el que quiera estar esté, con sanidad y educación públicas... «No queremos ser más que nadie, pero tampoco vamos a permitir ser menos que nadie», destacó y utilizó los adjetivos decente y feminista para definir a un gobierno «que de verdad luche por esta tierra».

Más breve que De la Rosa, finalizó su intervención envuelto en gritos de ‘¡Presidente! ¡Presidente!’.