El Mirandés es un equipo copero. Este jueves lo ha vuelto a demostrar ante el Celta, al que ha dejado en la cuneta en un encuentro que ha tenido de todo. Los rojillos se adelantaron en el marcador con un tanto de Matheus poco antes de la media hora de juego, sufrieron después del empate de Pione Sisto a un cuarto de hora del final del partido y en la prórroga desperdiciaron un penalti que Sergio Álvarez detuvo a Álvaro Rey. Cuando la clasificación parecía que se iba a definir desde los once metros, apareció Antonio Sánchez para desatar la locura en Anduva.
Los de Andoni Iraola estarán este viernes en el bombo del sorteo de los octavos de final de la Copa del Rey tras superar al Celta, y también al UCAM Murcia y al Coruxo, en la prórroga.