La primera jornada de vacunación contra la covid para el profesorado de Aranda y la Ribera del Duero comenzó ayer con polémica. Los trabajadores de la Escuela Municipal de Música de la capital ribereña criticaron que se les haya "excluido" a pesar de que en un principio sí que "estaba previsto" que recibieran la primera dosis. Esta campaña tampoco incluirá a los empleados de la Escuela de Folclore ni de los CEAS.
Desde el sindicato UGT cargan directamente contra la alcaldesa, Raquel González. "El 12 de marzo la dirección del centro nos pidió el número de la Seguridad Social. Se había hablado con la Junta de Castilla y León y se nos iba a vacunar en el turno de los docentes. El concejal de Cultura tenía que enviar el listado de los profesores que se querían vacunar, pero cuando se lo comentó a la alcaldesa, esta dijo que no", asegura Maripaz Berrojo, miembro del comité de empresa del Ayuntamiento por UGT.
Berrojo califica esta decisión como "una falta de respeto" y reitera que no entienden por qué les han "apartado" de la vacunación "cuando la Junta no había puesto ninguna pega, estamos inscritos en el Registro de Escuelas y, sobre todo, trabajamos en contacto directo con niños y mayores de 80 años".
Sin embargo, el concejal de Cultura, Emilio Berzosa, precisa que esta es una cuestión de protocolo: "Hay que tener en cuenta que la vacunación de los profesores ahora mismo es para los docentes de la Junta de Castilla y León y los trabajadores de la Escuela de Música son empleados municipales". Dicho de otra manera: "Una cosa es ser trabajador de la Junta y otra del Ayuntamiento. Es lo que nos trasladaron cuando hicimos la consulta".
Podemos pide rectificar. Desde Podemos Aranda se mostraron "sorprendidos" con la decisión de González, a quien pidieron que "rectifique y se ponga en contacto con la Gerencia de Atención Primaria para que estos empleados municipales, que trabajan principalmente con niños y mayores, puedan ser vacunados el martes que viene", tal como indicaron en un comunicado.
La formación morada considera una "irresponsabilidad no querer avanzar lo más rápido posible en la lucha contra la pandemia".
No fue la única queja al respecto. En otra nota, las guarderías privadas lamentan "ser la única parte de la Educación que se queda fuera" de la vacunación. Critican que "ningún responsable de la administración regional" se ha puesto en contacto con ellos "para solucionar un asunto vital para conseguir la ansiada inmunidad de rebaño" y temen quedarse "a la cola en el calendario de vacunaciones" pese a trabajar con bebés.