Exigen más vigilancia tras las peleas en la calle Hospicio

R.C.-L.N.
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Las reyertas del último mes, tras finalizar el estado de alarma, reavivan un problema que preocupa al barrio arandino desde hace años

Los continuos incidentes en los últimos años han provocado un deterioro en las inmediaciones de la calle Hospicio, «sucia y dejada» según algunos vecinos. - Foto: R.C.

Cunde la preocupación entre los vecinos del barrio de Santa Catalina tras los altercados que se vienen sucediendo en los últimos fines de semana, coincidiendo con el término del estado de alarma, y que el martes se saldaron con la detención de 7 personas y la identificación de otras 18 por parte de la Policía Nacional de Aranda de Duero.

Los residentes reclaman más control y vigilancia policial ante los crecientes episodios violentos, por los que, hasta ahora, dos implicados han requerido hospitalización tras sufrir lesiones de distinta gravedad. «Hay peleas todos los fines de semana a altas horas de la madrugada. Muchos sábados y domingos vuelan los puñetazos, así, tal cual. Tendría que venir más la Policía, estar más encima de este problema», se queja una vecina del barrio, que reconoce estar preocupada por una situación que, según precisa, viene de años atrás.  

En esta línea, otro residente critica que «apenas se ven policías por la zona y cuando pasan, no suelen bajarse del coche». En términos generales, los vecinos se muestran hartos de presenciar peleas de manera continua por «una mezcla de alcohol, noche, juventud y no tener que llevar mascarilla», entre otros factores. 

En cualquier caso, fuentes de la Policía Nacional consultadas por este periódico dan por concluida la investigación e indican que se prestará «un especial cuidado» y se reforzará la vigilancia tanto de horarios como de aforos en los locales de ocio, además de realizar controles preventivos en la vía pública para garantizar que no se conduce ni bajo los efectos del alcohol ni de otros estupefacientes. La atención policial también irá encaminada a evitar que se porten objetos susceptibles de emplearse como armas. Así se decidió en una reunión entre Policía Local y Nacional que tuvo lugar el lunes para coordinar esfuerzos y reforzar los servicios nocturnos los fines de semana.

Precisamente, otra de las quejas más reiteradas entre quienes viven en la calle Hospicio tiene que ver con los locales de ocio. Una mujer recuerda que las comunidades de vecinos llevan desde 2016 denunciando la mala insonorización de algunos establecimientos o el hecho de no cerrar a la hora establecida. «Actualmente seguimos esperando a que el Ayuntamiento de Aranda intervenga», protesta.

En este sentido, otro apunta que el problema del ruido se está agravando desde que finalizó el estado de alarma y que aunque ve «lógico» que la gente quiera salir después de tantos meses de confinamiento por la pandemia, se debería hacer «dentro de unos límites». Sin ir más lejos, una vecina indica que ayer mismo a las cinco y media de la mañana, la música de uno de los locales le impedía dormir. 

«Mala fama». En lo que también coinciden la mayoría de vecinos de la calle Hospicio es en que arrastran las peleas, la mala insonorización de los bares y la suciedad desde hace años. «La mala fama no es de ahora, siempre ha habido problemas», dice uno, a lo que otro remata:«El problema es que no tenemos dinero para comprarnos un piso e irnos a vivir a otra zona».