Telón alzado en el Grupo VIII de Tercera División RFEF con pronósticos sorprendentes en la primera jornada de liga. Tanto, como que la Arandina de Álex Izquierdo, el Atlético Astorga de Chuchi Jorqués y el Guijuelo de Mario Sánchez, tropezaban en sus respectivos encuentros para dejarse puntos ya de inicio por el camino en su intento de copar posiciones altas en la clasificación a final de temporada.
Peculiarmente sorprendente resultó ser el empate a uno cosechado en el Municipal chacinero por el Guijuelo, donde el conjunto salmantino, favorito indiscutible al título de liga, se esperaba lograra superar con relativa comodidad al filial de la Cultural Leonesa. No fue finalmente así, y dicho empate, viene a demostrar la igualdad y la dificultad que, parece, existirá esta temporada en el campeonato regional para sacar los partidos por victorias.
Pero si mal inicio tuvo el club charro, resaltar que bastante peor les fueron las cosas tanto a Astorga como a Arandina en su debut. En caso maragato, con la entidad leonesa claudicando por la mínima en La Eragudina ante un Almazán que lleva varias temporadas dando sustos a todos en el campeonato, y que en esta ocasión volvió a aprovechar sus habilidades sobre el césped para lograr los tres primeros puntos del curso a costa de uno de los habituales aspirantes al playoff.
En el de la Arandina, repitiendo en Miranda un guión que le volvió a ser totalmente antagonista. Porque en Ence (2-1), se cumplió otra vez el efecto de bestia negra que el filial rojillo parece haber comenzado a tomar para los del Duero. Rompiendo todos los esquemas además en seno blanquiazul y sorprendiendo, más aún si cabe, tras la contundente victoria ribereña en el último partido de pretemporada ante el Numancia B (5-0), que aventuraba un buen momento de forma para los pupilos de Álex Izquierdo.
En definitiva, acontecimientos sorprendentes que ponen en desventaja momentánea a tres de los principales aspirantes a los puestos nobles de la tabla a final de temporada (Bembibre, Ávila y Palencia sí cumplieron su parte), pero que en caso de la Arandina coge especial relevancia porque el conjunto ribereño apenas tendrá tiempo para lamerse las heridas. Será así porque mañana miércoles comienza la Copa Federación. Un cambio de escenario radical para el equipo, pero un punto, sobre todo, ante el que el plantel de El Montecillo deberá resetear cuerpo y mente tras su tropiezo inaugural si no quiere dejar que la derrota le afecte a nivel competitivo, y le acabe arrastrando a las mismas experiencias de cursos anteriores de tener que ir a contracorriente.