«Si vuelvo al Coliseum, las emociones van a ser brutales»

C.P.
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Diego Epifanio se sienta con Diario de Burgos para hablar sobre el pasado, el presente y el futuro. Acaba de ascender al Río Breogán de Lugo a la ACB y tiene contrato para la temporada que viene, pero está todavía pendiente de su continuidad

«Si vuelvo al Coliseum, las emociones van a ser brutales» - Foto: Alberto Rodrigo

Diego Epifanio vio cómo su etapa en el banquillo del Hereda San Pablo llegaba a su final hace dos años y decidió poner rumbo a Lugo con el objetivo de devolver al recién descendido Río Breogán a la ACB. En dos temporadas debía conseguir el objetivo y, pese a las dificultades provocadas por la pandemia de coronavirus, el entrenador burgalés ha logrado subir al conjunto gallego a la Liga Endesa. Un éxito que ha llegado en el curso más difícil porque únicamente había una plaza disponible.

¿El ascenso le ha asegurado su continuidad en Lugo?
Lo primero es que el club sepa que va a jugar en ACB. Una vez se logre eso, tendrá que decidir qué proyecto quiere hacer y si cuenta con el entrenador. Durante el año hemos ido hablando, sé que ellos están contentos y lo que ha conseguido el equipo está ahí.

¿El Breogán es su primera opción?
Ahora mismo, mi cabeza solo está en Lugo porque creo que sería bueno darle una continuidad al proyecto. Igual que yo fui su primera opción hace dos años, es mi primera opción ahora sin ninguna duda.  Los primeros años en una nueva competición siempre son muy difíciles y cuanta más calma haya en el proyecto mucho mejor.

Todo el mundo habla de Lugo como una plaza complicada, ¿ha sentido esa presión  de estar casi obligado a ascender?
Cuando llegas a un equipo como el Breogán sabes que tu autoexigencia tiene que ser alta. Lugo tiene mucha pasión por su club, quiere que gane siempre, que esté lo más arriba posible... esa presión  es buena porque el club te da muchas posibilidades para trabajar, ya que sabe lo que se  juega y que cualquier decisión se mira con lupa. Trabajamos desde el principio para luchar por todo y, en una temporada en la que solo había un ascenso, lo hemos conseguido. Es mérito de todos.

En alguna rueda de prensa, se le vio molesto porque todos le cedían la presión a su equipo, ¿le enfadó que le colgaran el cartel de favorito?
Tuve la sensación que desde  el primer día parecía como que éramos los únicos que teníamos la obligación de subir y que los demás equipos salían a la pista a pasarlo bien. La prensa, el ambiente... y luego cada entrenador que iba a jugar contra nosotros iba de víctima. Se convirtió en una costumbre. Al final, se demostró que fuimos los mejores porque jugamos las dos finales -Copa y Liga- y las ganamos. A lo mejor tenían razón (sonríe).

(La entrevista completa, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)