Medidores de CO2 a cuentagotas en colegios e institutos

B.G.R.
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Los sindicatos critican la tardanza de la Junta en dotar de estos aparatos a los centros desde que se repartieran los primeros el día 4. La Dirección Provincial ha recibido 500 de 2.226

En la remesa inicial se entregó un dispositivo a 48 dotaciones educativas para que probaran su funcionamiento. - Foto: Patricia

Fue el pasado 4 de febrero cuando llegaron a los colegios burgaleses los medidores de CO2 anunciados por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a principios de enero. Lo hicieron de una manera testimonial, con un listado de 48 centros piloto que iban a probar su funcionamiento para que a partir de ahí aumentara su distribución y llegara al resto. Sin embargo y casi 20 días después, los colegios e institutos disponen de una mínima cantidad de detectores que no se corresponde con la previsión de disponer de uno por aula.

Los sindicatos consideran que la cantidad recibida resulta «totalmente insuficiente» y que su reparto se está realizando a «cuentagotas». Desde Stecyl, su responsable provincial, Victoria Ibeas, aplaude que se dote a las aulas de estos aparatos, que permiten medir la calidad del aire y controlar mejor la ventilación, si bien precisa que la tardanza que se está produciendo no responde al «sentido inicial» con el que se comunicó la medida. «No sabemos cuándo se completará su distribución, pero nos tememos que no sea hasta la primavera, cuando lo idóneo es que hubiera sido en invierno para mitigar el frío de las clases», afirma.

CCOO, por su parte, opina en el mismo sentido, ya que aplaude la decisión, pero considera que «llega tarde y mal». En este sentido, su secretario provincial de Enseñanza, Jesús Moradillo, critica que «no se haya realizado con la suficiente coordinación», además de «no debatirse ni planificado» con los representantes de los trabajadores, a los que, según añade, «se nos informa cuando la medida está tomada».

Moradillo cree que el problema para el reparto de los medidores «es económico», por lo que insta a la Junta a que «informe de ello», mientras que precisa que si la medida se ha tomado por una cuestión sanitaria «se mantenga la coherencia con este criterio». Los sindicatos urgen al Gobierno regional a dotar cuanto antes, y en cantidad suficiente, a los centros de estos dispositivos.  Además, Stecyl reclama que se envíen a los colegios e institutos ubicados en la provincia, dado que son sus responsables los que tienen que desplazarse hasta la capital para recogerlos. 

Centros de la ciudad que cuentan con entre 700 y más de 1.000 alumnos han recibido entre cuatro y siete medidores, lo que algún equipo directivo no duda en calificar como «anecdótico». Llegó primero uno y después el resto, pero no tienen información sobre cuándo se completará el reparto. En todos los casos se están utilizando, aunque esa mínima disponibilidad hace que su distribución se lleve a cabo de distintas formas. Por un lado, hay colegios que los han colocado por niveles educativos y otros que los depositan en la Jefatura de Estudios con carácter rotatorio y a petición del profesor.

En cualquier caso, los directores consultados ponen en valor su uso. Por un lado, destacan su función «ilustrativa», lo que permite que los alumnos «tomen conciencia de la necesidad de abrir las ventanas». Por otro, aseguran que su uso ha confirmado que «estábamos ventilando de forma correcta, sin que tengamos que haber cambiado los hábitos» en este sentido.

La Dirección Provincial de Educación ha recibido hasta la fecha 500 dispositivos, cifra similar a la que se anunció durante la primera semana (487), según informan fuentes oficiales. De igual forma, afirman que se repartirán en Burgos un total de 2.226, número inferior al inicialmente previsto al haber cerca de 3.000 unidades, y que en su distribución se primarán los centros que con mayor matrícula.