San Juan de Dios opera solo el 59% de cirugías conveniadas

G.G.U.
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Eso es debido al rechazo de los pacientes. El 65% de las personas que podrían haber sido derivadas del HUBU al hospital privado para cirugías por cataratas, hernias o varices prefirieron seguir en lista de espera. Realizó 1.120 intervenciones

El hospital del paseo de la Isla invirtió en equipamiento para garantizar que los pacientes son operados con las mismas técnicas que en el HUBU. - Foto: Alberto Rodrigo

El 65% de los pacientes que podrían haber sido derivados del HUBU a San Juan de Dios en 2019 para operarse de patologías menores como cataratas, hernias, varices o juanetes rechazaron esta posibilidad y prefirieron seguir en lista de espera para que sean profesionales del hospital público quienes les operen. Así, el personal del centro religioso solo realizó el 59% de las 1.900 cirugías anuales conveniadas con la Junta mediante un acuerdo especial firmado a finales de 2018  para aliviar la lista de espera del HUBU, que hasta entonces concertaba un millar de esos procedimientos con otro hospital privado (casi siempre Recoletas).

El gerente de San Juan de Dios, Juan Francisco Seco, afirmó ayer que «hemos operado todo lo que nos ha llegado, en un plazo de dos meses como máximo. Si no hemos hecho más ha sido porque no se nos ha derivado».
Seco recalcó que son los profesionales de los servicios del HUBU con los que hay ‘integración’ los que tienen que plantear al paciente la posibilidad de operarse en San Juan de Dios. «Los pacientes que nosotros recibimos están satisfechos y, de hecho, en cuestiones como las cataratas muchos piden ser operados también del segundo ojo en nuestro centro», dijo.

Esta patología, de hecho, es para la que más procedimientos se conveniaron (casi el 40% de las 1.900) y ha sido también en la que mayor grado de cumplimiento se ha alcanzado, al realizar el 71% de las concertadas (497 sobre un máximo anual de 700). En Cirugía General también se ha cerrado el año con buenos datos (434 hernias sobre un total de 500 conveniadas). A continuación están Cirugía Vascular (82 cirugías hechas sobre un máximo anual de 200), Traumatología (52, sobre más de 220 conveniadas, casi todas juanetes) y Otorrinolaringología (55 hechas).

Cirugía Plástica es otro de los servicios que puede derivar pacientes y que, en cambio, el año pasado no lo hizo. O, al menos, San Juan de Dios no realizó ninguna de las más de cien operaciones de esta especialidad que podría haber hecho. Algo que puede deberse a que las patologías susceptibles de ser intervenidas en el centro privado son molestas, pero se puede vivir con ellas y, por lo tanto, esperar para entrar en los quirófanos del HUBU.

Una circunstancia que San Juan de Dios trató de evitar contratando a especialistas del HUBU (ahora en excedencia) e invirtiendo en adecuar sus instalaciones y su tecnología a la empleada en el centro público, para garantizar idéntico tratamiento. «Todo el equipamiento de Oftalmología es nuevo y la lente que ponemos [en las operaciones de catarata] es la que solicitó el jefe de servicio del HUBU: la misma que se coloca allí», dijo Seco.

Otro tanto ocurrió con las intervenciones de varices, que en el hospital religioso se hacían mediante cirugía tradicional y en el público con radiofrecuencia, que es una técnica de mínima agresión quirúrgica que retiene al paciente en el hospital menos de una hora. «Nos pidieron que lo cambiáramos y lo hemos hecho», reiteró.

Así, el centro religioso no pudo alcanzar un ritmo quirúrgico «fuerte» hasta abril. Pero Seco destaca que, en ocho meses, han sacado adelante más cirugías de las que el HUBU concertaba con otros centros religiosos. De hecho, lo habitual era pagar para sacar de la lista de espera 1.000 cirugías (500 cataratas y 500 juanetes), que es una cantidad superada por San Juan de Dios. «Estamos satisfechos. Llevábamos mucho tiempo sin hacer cirugías y las hemos hecho con seguridad y calidad», concluyó.