Usan la misma placa en 2 coches para ahorrarse ITV y seguro

DB
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El aviso de una vecina a los agentes permite la detención de tres personas por un supuesto fraude con la documentación de dos vehículos del mismo modelo pero de diferente color

Imagen de archivo de una agente durante un control a vehículos. - Foto: Alberto Rodrigo

La colaboración entre la Policía Nacional y la Policía Local tras el aviso de una ciudadana ha permitido detener en Burgos a dos hombres y una mujer como presuntos autores de un delito de falsedad documental.

La resolución de este hecho se debe, en gran parte también, a la colaboración de una vecina que avisó a los agentes alertada por los ruidos que producían dos vehículos con los capós abiertos debajo de su domicilio.

Desde su ventana, esta persona vio a un hombre y una mujer junto a los coches y posteriormente a otra mujer más joven que llegó conduciendo otro automóvil. Para su sorpresa, estas personas se marcharon dejando correctamente estacionado uno de los turismos, que según su relado era de la misma marca, modelo y con idéntica matrícula que otro de los que se llevaron, con la única diferencia del color.

De inmediato, la vecina llamó a la Policía Local, que constató los datos y la matrícula del vehículo estacionado. Poco después, los agentes regresaron ante la llamada de la misma vecina, que alertó nuevamente sobre la sustitución del coche y verificaron que, efectivamente, en el lugar del estacionamiento anterior se encontraba aparcado otro vehículo que coincidía en marca y modelo, luciendo la misma matricula del que habían comprobado con anterioridad. La diferencia, sin embargo, estaba en el color, ya que el primero era granate y el segundo azul.

La Policía Local confeccionó un informe al respecto mediante el cual informó de los hechos a la Comisaría de la Policía Nacional de Burgos, donde se abrió una investigación.

Dos días después, los investigadores localizaron uno de los vehículos, el de color granate, ocupado por dos personas circulando por la ciudad. Los agentes identificaron a ambos ocupantes y comprobaron la documentación del coche, cuya matrícula no se correspondía con el número de bastidor del mismo.

Ante esta evidencia, el conductor reconoció que el otro coche era de un familiar y que él había adquirido tiempo después el suyo. De esta manera, al ser iguales los modelos se garantizaban que ambos vehículos circularan 'legalmente' con solo una ITV y un seguro, ahorrándose el dinero que les supondría la documentación del segundo vehículo.