El guante lo lanzó Pedro Sánchez en su discurso de investidura hace unas semanas, y las asociaciones ecologistas y ciudadanas lo cogieron prácticamente al vuelo.El actual presidente en funciones del Gobierno, en su carrera por volver a liderar el Ejecutivo, abogó por un plan para establecer, por Ley, zonas de bajas emisiones contaminantes en las 145 ciudades españolas de más de 50.000 habitantes, entre las que se incluiría Burgos y no Miranda de Ebro oAranda de Duero, las otras dos grandes urbes de la provincia.
A finales del pasado mes la capital registró tres días seguidos con niveles de ozono por encima del margen legal fijado por la Organización Mundial de la Salud, un episodio que se vuelve cada vez más habitual. Es por ello que el Ayuntamiento de Burgos, y en concreto el área de Medio Ambiente, liderada por Josué Temiño, están trabajando para tratar de poner remedio lo antes posible. A día de hoy, la Junta de Castilla y León se encuentra ultimando un protocolo de actuación ante casos de altos índices de contaminación, y que establecerá un compendio de posibles medidas en función de los distintos niveles de alerta, de los que en principio cada ciudad -todas menos Valladolid, que ya cuenta con uno propio- escogerá aquellas que sean más factibles. Es ahí donde entran en juego las asociaciones ecologistas y ciudadanas, a las que Temiño citará para trabajar y debatir con ellas las más adecuadas.
Entre las seguro muchas sugerencias que estas trasladarán destaca una muy polémica, que ha suscitado debate a nivel nacional; emular en parte el famosoplan Madrid Central y restringir el paso de vehículos a ciertos espacios de la ciudad.No se trataría de una medida continua, pero sí a aplicar durante los episodios de contaminación. «Burgos tiene la obligación de tener su propio protocolo y llevamos 12 años de retraso», explica Elvira Cámara, de Ecologistas enAcción, que valora la predisposición de Temiño pero al que pide «tomar la iniciativa y actuar de motu propio».
trabajo adelantado. Una sentencia delTribunal de Justicia de Castilla y León obliga a la Junta a contar con un Plan de Mejora de la Calidad del Aire para la media docena de zonas donde se superaron los valores objetivos para la protección de la salud y/o para la protección de la vegetación. En estos momentos se encuentra en tramitación, y cuando se publique, la pelota recaerá en el tejado de los ayuntamientos castellanoleoneses, que deberán comenzar a aplicar alguna de estas medidas en los casos indicados. «Es algo que me preocupa y que quiero que desde el Ayuntamiento salga adelante lo antes posible», admite el concejal de MedioAmbiente Josué Temiño, que adelanta que el trabajo de la administración regional, según le han transmitido, «está muy adelantado», por lo que la resolución puede estar relativamente próxima.