Del desguace al calabozo

F.L.D.
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Agentes de la Comisaría de Burgos lideraron desde abril las investigaciones a un grupo muy bien organizado radicado en Madrid, que desmontaba coches BMW y Seat para después venderlos por piezas. Hay 18 detenidos y los 3 cabecillas están ya en prisión

Del desguace al calabozo - Foto: Alberto Rodrigo

La Policía Nacional dio por desarticulado a un grupo criminal que se dedicaba al robo de vehículos de media y alta gama a los que extraía las piezas para luego venderlas en el mercado de segunda mano. La Comisaría Provincial de Burgos encabezó la investigación tras detectar un inusual incremento de este tipo de delitos el pasado mes de abril y hace apenas dos semanas practicó en Madrid 18 detenciones de los miembros de esta banda a los que se les acusa de varios delitos cuyas  diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción Número 3.

El robo de un BMW X5 el pasado mes de abril, cuyo valor en el mercado es de 70.000 euros, puso en guardia a los miembros del grupo segundo de la Policía Judicial en Burgos. Tras estudiar varias denuncias por delitos con un modus operandi idéntico en el que se vieron afectados otros coches de esta marca y también de Seat, comenzaron las investigaciones y consiguieron identificar a varios de los autores, uno de ellos, en concreto, vivía en la localidad madrileña de Leganés y tenía antecedentes penales por hechos similares. Los agentes de la Comisaría Provincial se pusieron en contacto con la Brigada Central del Crimen Organizado en Madrid para iniciar la llamada Operación ‘Greco Decoder’.

El nombre de este operativo surge del sofisticado dispositivo electrónico con el que los ladrones desbloqueaban los coches. Pronto constataron que el entramado criminal estaba muy bien organizado, con una estructura muy férrea en la que todos los miembros estaban especializados en cada una de las tareas. La banda estaba formada, de hecho, por cinco grandes escalones muy bien definidos, tal y como explicó ayer el jefe del grupo segundo de la Policía Judicial, Alfonso Rodríguez.

El primero de ellos lo componían dos personas que se desplazaban a diferentes ciudades de España para localizar posibles objetivos para después sustraerlos ellos mismos. Tras el robo, que no les llevaba más de tres minutos, los trasladaban a naves abandonadas. En el transporte utilizaban otro coche llamado ‘lanzadera’, cuya labor era viajar por delante para alertar de posibles controles policiales en el trayecto. Una vez pasaban unos días, entraba en juego el segundo grupo, conformado por otros tres miembros, que se encargaban del despiece de los coches robados.

El desmontaje, para el que utilizaban herramientas como una cizalla hidráulica que tiene un precio de unos 10.000 euros, estaba sujeto a los elementos que posteriormente iban a poner en el mercado en función de la demanda. Esta tarea la realizaban, matizó Rodríguez, «en cuestión de horas» para después empaquetar y distribuir las que tenían valor en un transporte y las que no en otro. En este punto, intervenía el tercer escalón, que se encargaban del traslado.

Por un lado llevaban las piezas que no servían a un desguace para deshacerse de ellas y dificultar, así, las labores de identificación de los vehículos. El resto, los llevaban a los encargados de venderlas en páginas web de segunda mano y en talleres, una tarea de la que se ocupaban los otros dos escalones.

El jefe encargado de las investigaciones estimó que el valor total del robo de estos vehículos alcanza los 300.000 euros. Los agentes han esclarecido 30 hechos delictivos y en los diferentes registros se ha logrado intervenir gran cantidad de piezas cortadas y despiezadas. No obstante, creen que una vez que analicen todo el material la cifra de robos resueltos y la cantidad económica podría ser mayor. Cabe destacar que en las investigaciones también se encontró una plantación indoor con 36 plantas de marihuana que servía como fuente de financiación para la banda, por lo que algunos miembros fueron imputados por un delito contra la salud pública. La jueza de instrucción mandó a prisión provisional a los tres cabecillas de este grupo criminal, cuyos miembros son naturales, en su mayoría, de Madrid.