La plantilla de Montefibre desconfía del plan de la empresa

R.C.G.
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La empresa aplicará otro ERTE de seis meses. En los anteriores no se avanzó en la transformación a fibra de carbono, por lo que los trabajadores piden garantías de que esta vez sí se ejecutarán las obras

Montefibre ha encadenado varios ERTE en los últimos años. - Foto: Alberto Rodrigo

Montefibre aplicará un nuevo expediente de regulación temporal de empleo de seis meses mientras acomete el proceso de transformación a la fibra de carbono. Sin embargo, los trabajadores dudan de los planes de la empresa y exigen garantías de que esta vez se van a ejecutar los trabajos necesarios para que la planta empiece a producir, ya que durante los anteriores ERTE, que se realizaron por el mismo motivo, no se ha avanzado en las obras. 

Los plazos para ejecutar la reconversión se han ido dilatando en el tiempo y el coronavirus ha sumado aún más retraso. Nada más decretarse el estado de alarma por la pandemia, desde la compañía ya se advirtió que al menos hasta principios del próximo año sería imposible tener lista la fábrica al no poder entrar empresas externas, algo que la plantilla niega, ya que asegura que durante los últimos meses sí que han accedido a las instalaciones firmas ajenas sin que eso haya implicado ningún avance en la transformación. 

Con la producción parada salvo en la cogeneración eléctrica, se convocó un ERTE para 53 empleados que finalizó en julio, aunque poco o nada ha cambiado desde entonces pese al anuncio formulado por el propio presidente del grupo Praedium, Alfonso Cirera, de que el proveedor ya estaba decidido y que en siete meses esperaba que las máquinas estuvieran operando.  

Ante el anuncio de un nuevo expediente, la plantilla ha solicitado a la dirección el calendario de actuaciones previstas para los próximos seis meses y todo tipo de documentación sobre el proyecto. 

Además exigen un compromiso real por parte de la empresa, firmando un documento que garantice que en caso de incumplir nuevamente los plazos para la transformación a la fibra de carbono, se abonarán los salarios que se han dejado de percibir en estos meses, ya que entienden que hasta la fecha los grandes perjudicados por los retrasos han sido los trabajadores porque han visto reducidas sus nóminas y han agotado los subsidios por desempleo, lo que les ha llevado a una situación límite. De hecho, en más de una ocasión los trabajadores han dejado entrever que la dilación es una estrategia por parte de Montefibre para reducir personal. 

Ambas partes se verán hoy las caras para intentar llegar a un acuerdo definitivo sobre el nuevo ERTE, aunque Montefibre ya ha manifestado en las rondas de contacto previas que no está dispuesta a asumir por escrito el compromiso de pagar las nóminas en caso de no completar la transformación antes de que finalice el expediente de empleo. Tampoco garantiza la conservación de los puestos de trabajo a medio plazo, otra de las cláusulas que pretenden incluir los sindicatos. 

La compañía ha rechazado además complementar el salario bruto, dejar fuera de la afectación las pagas extra o las vacaciones o cubrir un mínimo a las personas a las que ya no les quede prestación por desempleo.