Veinte enfermos de coronavirus con síntomas atípicos

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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El trabajo de Pilar López, médica del servicio de Urgencias, forma parte del realizado en la red SIESTA que ha analizado 64.000 historias clínicas de 62 hospitales públicos españoles

La doctora Pilar López, frente a la puerta del servicio de Urgencias del HUBU. - Foto: Valdivielso

En el mes de marzo la pandemia  por coronavirus mostró su cara más tremenda y los hospitales comenzaron a recibir a personas con síntomas, fundamentalmente respiratorios, que atestaban los servicios de urgencias. Los recursos materiales empezaban a escasear y quienes lo vivieron saben de la tensión que supuso trabajar en esas condiciones. Pero aún así, hubo quien preservó la curiosidad, tan inherente a la profesión médica, y  empezó a preguntarse por las manifestaciones inusuales, los ‘síntomas atípicos’ que se empezaban a ver en algunos pacientes y que se salían de lo que hasta entonces se entendía como habitual en la covid-19. Fue Óscar Miró, coordinador de investigación del servicio de urgencias del Hospital Clínic de Barcelona, quien enseguida se puso en contacto con colegas de otros centros hospitalarios para preguntarles si ellos estaban viendo también rarezas en sus enfermos. De ahí salió la denominada red SIESTA (siglas en inglés de Equipo Español de Investigadores en Situaciones de Emergencia) que ha hecho un gran estudio de revisión de historias clínicas en sesenta y dos hospitales públicos de doce comunidades autónomas con conclusiones significativas sobre los efectos colaterales de este coronavirus.

En el equipo se encuentra la urgencióloga del Hospital Universitario de Burgos Pilar López, quien pone en valor que el origen de esta red sea la comunicación de los equipos de urgencias hospitalarios españoles durante la pandemia y destaca el impulso de los doctores Miró y Juan González del Castillo: «El objetivo era contribuir a la investigación del covid-19 desde la perspectiva de urgencias liderado por investigadores de urgencias. En principio se creó un equipo coordinador con urgenciólogos con amplia trayectoria en investigación y trabajo en redes y una lista de posibles investigadores que habían participado en proyectos previos de Medicina de Urgencias y Emergencias y que colaborábamos ya de forma habitual con ese núcleo coordinador».

El primer reto de esta red singular fue crear en apenas un mes el macroproyecto UMC-19 (siglas en inglés de  ‘manifestaciones inusuales en la covid-19), que se acaba de publicar en la revista Epidemiology & Infection. «Se trataba de aunar en una estrategia investigadora el abordaje de diez procesos distintos a la forma de presentación típica del covid-19, a la que estábamos acostumbrados, con tos, mialgias, dificultad respiratoria, vómitos, diarrea, ausencia de olor y sabor, etc. con el patrón de infiltrados pulmonares y su forma más grave que es la insuficiencia respiratoria aguda». Las procesos inusuales que los urgenciólogos comenzaron a buscar en las historias clínicas de los pacientes fueron neumotórax, miopericarditis, meningoencefalitis, síndrome de Guillem Barré, pancreatitis, trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar, ictus, síndrome coronario agudo y hemorragia digestiva alta.

El objetivo era identificar la frecuencia de estas manifestaciones clínicas en fases tempranas, los factores de riesgo asociados y analizar el pronóstico de los pacientes a corto plazo. Para ello, López trabajó «con la ayuda inestimable del hospital, de mis compañeros de Urgencias y del servicio de Codificación» identificando entre el 1 de marzo y el 30 de abril 10.876 urgencias, de las que 548 eran covid-19 confirmado con PCR y 1.077, sospechas fundadas. De todas ellas, y tras depurarlas, se encontraron 20 manifestaciones inusuales de la enfermedad: ocho miopericarditis, dos síndromes coronarios agudos, dos trombosis venosas profundas, tres embolias pulmonares, cinco ictus y dos hemorragias digestivas altas. A la base de datos general de la investigación se incorporaron desde el HUBU no solo estos casos sino un total de 116.

Una llamada de atención. Estos hallazgos son, a juicio de López, una señal de alarma: «Constituyen una llamada de atención que nos permite identificar a los pacientes y mejorar la práctica clínica y los resultados. Estos procesos, que no son muy frecuentes, lo están siendo más de lo que esperábamos. Es verdad que muchas de estas patologías están ligadas a infecciones víricas -distintas del covid pero infecciones víricas- pero no esperábamos que fueran tan frecuentes. El Guillem Barré, por ejemplo, se da hasta cuatro veces más que en la población sin covid y el neumotórax, dos veces más. Estas dos enfermedades fueron las más significativas junto a la pericarditis», indicó la urgencióloga, quien añadió que aunque el estudio no demuestra que estas patologías estén causadas por el covid sí se sospecha que se deben a la desmesurada respuesta inflamatoria  que produce.

Pilar López (Burgos, 1971) lleva años compaginando su trabajo asistencial en Urgencias con la investigación tanto en proyectos del HUBU como en los promovidos en los grupos de trabajo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), concretamente en los dedicados a insuficiencia cardíaca aguda, a las unidades gestionadas por urgencias y a la geriatría, y publicando en revistas científicas españolas e internacionales, una actividad «tremendamente satisfactoria tanto a nivel profesional como personal».. Además, está trabajando en su tesis doctoral sobre  insuficiencia cardíaca con Óscar Miró y Francisco Javier Martín Sánchez.