"La despoblación es el gran problema estructural"

H.J.
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Entrevista con Roberto Saiz, delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos

Roberto Saiz, delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos - Foto: ALBERTO RODRIGO

Hoy se cumplen exactamente dos años desde que Roberto Saiz fue nombrado como máximo representante del Gobierno regional en la provincia, y buena parte de ellos han estado condicionados por la gestión de la pandemia. Licenciado en Derecho y en Geografía e Historia, es un experto funcionario que se maneja como pez en el agua en los vericuetos burocráticos. Fue jefe de la Unidad de Estudios y Coordinación y de la Unidad de Personal y Régimen Interno de la Delegación Territorial hasta que fue designado subdelegado del Gobierno en Burgos, en febrero de 2017, desde donde regresó año y medio después a la administración autonómica. Y desde ella está lidiando con la crisis de la covid.

¿Les ha sorprendido la quinta ola? ¿Podemos darla por superada?

No, no podemos darla por superada. Las cifras son bastante mejores que las de hace unos días y la proyección es que todo indica que va a ir a la baja, pero no podemos darla por superada porque el virus continúa ahí. Por eso se mantienen las medidas de contención que se han prorrogado hasta el 13 de septiembre. ¿Nos sorprendió la quinta ola? Aunque no tuviéramos una advertencia expresa, sabíamos que el virus estaba ahí. Cuesta repetirlo, porque llevamos mucho tiempo de pandemia y existe la llamada fatiga pandémica que todos tenemos, pero va a seguir ahí. Tenemos muy buenos datos de la campaña de vacunación, siguen mejorando día a día y se siguen convocando segundas dosis de los más jóvenes.

¿Están notando una menor respuesta, precisamente de la población más joven, a la campaña de vacunación de las últimas semanas?

A día de hoy (jueves 2 de septiembre) y teniendo en cuenta toda la población de Burgos con sus 350.000 habitantes, ya hay un 79,1% con al menos una dosis. De 12 años o más, lo que se denomina técnicamente la población diana, tenemos cubierto un 87,9%, siempre con primera dosis. Y con dosis completa a un 72,3% de toda la población burgalesa y a un 80,3% de la población diana. Los menores porcentajes están en los más jóvenes, que además es donde actualmente hay un mayor índice de casos, y esto se debe posiblemente a dos causas: por una parte, una cuestión estacional, porque ha coincidido la vacunación con las vacaciones. Y por otra, hay una menor percepción del riesgo o que el riesgo es asumible. Y este pensamiento lo tenemos que combatir, porque existe un riesgo objetivo individual y además hay una cuestión de solidaridad con los demás.

La gestión de la pandemia debería entrar ahora en otra fase. Tras el esfuerzo de la campaña de la vacunación, ¿a partir de octubre en qué debe centrarse la administración?

Bueno, primero hay que terminar con la segunda dosis a toda la población diana y luego ver las posibles decisiones sobre una potencial tercera dosis en los casos que proceda y cuando proceda. Y las administraciones no debemos desmayar nunca en transmitir un mensaje de precaución. Si algo ha demostrado este virus es su constancia. Está siempre ahí y lo hemos combatido tanto con políticas de contención como activas, pero hay que seguir con la precaución, que tampoco tiene que interferir demasiado con nuestras actividades normales.

¿Cómo valora la respuesta del sistema hospitalario y de la atención primaria en Burgos?

El sistema hospitalario ha respondido muy bien, desde la primera ola, y en su conjunto todo el sistema sanitario, cuando ha necesitado ser muy flexible también en la primaria para atender la vacunación y la atención ordinaria.

¿Cómo estar mejor preparados de cara al futuro?

Ya estamos mejor preparados. Nunca hay que caer en la autocomplacencia y hay que pensar en lo que puede venir, pero trabajamos día a día para la adecuación de protocolos. No es fácil afrontar una situación en la que en pocos días se multiplica el número de hospitalizados, ni cuando la mayor parte de las consultas de atención primaria se vuelca en un gran número de peticiones de PCR ante las sospechas de estar contagiado. Todo está en continuo estudio e implementación y he sido testigo de la actualización permanente de los protocolos.

¿Cómo retomar la atención presencial en primaria, conjugando los intereses de profesionales y pacientes?

La atención presencial ya se hace a demanda. Hubo una época en la que se llamaba por teléfono y se valoraba por parte del profesional si correspondía una cita presencial. Ahora las nuevas circunstancias permiten multiplicar la cita presencial y si entramos en nuestro sistema ya podemos seleccionarlo a demanda. Pero no hay que olvidar que la cita telefónica también es un acto médico y ha demostrado ser resolutiva para evitar contactos, colas y también para comodidad de los pacientes cuando se trata simplemente de una renovación de recetas o las incapacidades temporales.

Los pacientes se desesperan llamando por teléfono al centro de salud sin que nadie les atienda. ¿Van a reforzar de alguna manera esa atención?

Se está trabajando en mejorar esos canales de comunicación, teniendo en cuenta que el objeto fundamental, indiscutible e inexcusable es prestar la asistencia sanitaria al usuario. Mejorarlo es fundamental, y claro que estamos trabajando. Hemos mantenido reuniones en la Consejería, con los responsables, para ver si se puede reforzar los servicios de cita telefónica o la accesibilidad al sistema. Y también hemos tenido contacto con los ayuntamientos en el medio rural y desde aquí quiero agradecer su colaboración para facilitar las cosas a esas personas que tienen dificultades de acceso a la cita.

Una de las últimas decisiones que se tomaron antes de la pandemia fue el traslado de las urgencias de primaria al Punto de Atención Continuada del Divino Valles. ¿Están satisfechos con el resultado?

El PAC se trasladó muy poco antes del inicio de la pandemia y cuando nadie esperaba lo que se avecinaba, y se hizo efectivamente con una sensibilidad, aunque había oposición por parte de asociaciones vecinales, a las que quiero insistir en que se las escuchó. Aquel traslado estaba avalado por una petición de los profesionales que estaban trabajando en San Agustín y por el propio Colegio de Médicos. La diferencia de instalaciones que había y que hay nos ha permitido, durante la pandemia, mejorar la atención ordinaria y además ha demostrado que el Divino Valles ha hecho muchas labores en materia de test de antígenos, de vacunación, de pruebas de PCR… Todo eso ha sido posible en buena medida gracias a ese PAC.

El Divino Valles, efectivamente, ha demostrado tener un potencial tremendo. ¿Sería usted partidario de aprovecharlo aún más, convirtiéndolo en un centro para pacientes crónicos de larga estancia?

De hecho, ese objetivo está siendo estudiado por la Consejería de Sanidad y veremos las posibilidades de esta dotación.

La tramitación de las sanciones covid ha supuesto un esfuerzo extra para la maquinaria administrativa de la delegación. ¿Ha concluido el proceso?

Efectivamente el esfuerzo ha sido importante, una labor llevada a cabo por los distintos servicios, a mayores de su carga de trabajo habitual. El último dato del que dispongo, que se va actualizando, es que en Burgos hemos tenido 7.823 denuncias y se han iniciado 6.340 expedientes, aproximadamente el 80%. Y de ellos se han resuelto 4.163, el 66%. No tengo datos sobre las que se han pagado, pero es un número alto y muchas han aceptado lo que todos conocemos por ‘pronto pago’. Quiero que quede claro que ninguna de las inspecciones van a quedar sin estudiar. Y seguimos con el proceso, porque prácticamente todos los días estoy firmando inicios de expediente, aunque ya en un número mucho menor.

Ante el reto demográfico, vemos por un lado noticias constante sobre la falta de conexiones a internet o depuración de aguas y al mismo tiempo surgen noticias de iniciativas polémicas como las macrogranjas. ¿Cómo se pueden conjugar estos intereses para un problema tan difícil, del que todo el mundo habla pero para el que nadie tiene solución?

La lucha contra la despoblación es una prioridad del Gobierno de Fernández Mañueco. Una absoluta prioridad. Es el mayor reto y el mayor problema estructural al que se enfrenta Castilla y León, dejando a un lado la pandemia. Todas las políticas de la Junta tienen como objetivo final luchar contra la despoblación y para ello lo primero es garantizar los servicios en el territorio, y lo estamos haciendo con medidas como el transporte a la demanda, el bono rural, la ayuda a los Rehabitare, programas de financiación con los ayuntamientos… Se están realizando planes para que los jóvenes se incorporen al medio rural, un ambicioso plan de agricultura y ganadería que se presentó hace muy poco con 300 millones de euros. Tenemos beneficios fiscales para el medio rural, una mejor financiación de los ayuntamientos y líneas específicas de empleo. Pero el reto demográfico también afecta a otras zonas de España y se necesitan medidas de impulso por parte del Gobierno.

Pese a esos esfuerzos, los números año a año son demoledores. ¿Estas medidas no funcionan o quiere decir que si no se estuvieran aplicando el drama sería de proporciones tremendas?

El año pasado hubo un saldo positivo migratorio por primera vez en mucho tiempo, pero es posible que fuera un dato concreto y puntual. Es muy difícil contestar con una sola causa a un problema muy complejo, pero debemos luchar por hacer atractivo a nuestros jóvenes el medio rural y para ello garantizar los servicios es básico.

¿Qué previsiones hay para el Hospital de Aranda y para el centro de salud del Silo?

Ambos son compromisos de la Junta y se van a realizar. Digo esto porque para realizar una obra pública, con independencia de cualquier otro condicionante presupuestario o ambiental, lo que se necesita es voluntad política. Y quiero manifestar que hay una voluntad clara de la Junta de Castilla y León para ambas infraestructuras. Respecto al Hospital de Aranda, dará solución a gran parte de los problemas sanitarios y de atención que tiene una comarca importantísima como la Ribera. Me gusta resaltar la complejidad de este proyecto, que según figura en el perfil del contratante ha generado 37 actos administrativos antes de la adjudicación para la redacción del proyecto básico. Incluyendo, y están en su absoluto derecho, recursos de distintas entidades. En estos momentos ya tenemos el básico y estamos para entregar el proyecto de ejecución. En el caso del Silo, el retraso deviene de un problema que no es achacable a la administración. La empresa adjudicataria paralizó unilateralmente las obras. Ahora se está tramitando el modificado y se prevé iniciar este año la licitación de la obra, que comenzará en 2022 con un plazo de ejecución estimado de 12 meses y el compromiso de la consejera de que pueda estar listo antes de que finalice la legislatura.

El parque tecnológico es el gran asunto pendiente.

En este caso nos encontramos también con una tramitación administrativa compleja que ha culminado en una aprobación del proyecto de adecuación. El siguiente paso es comenzar la licitación en cuanto se ajusten temas como el suministro eléctrico o la depuración de aguas. Existe también la clara voluntad política de terminar este parque tecnológico, pero vamos a licitarlo con absolutamente todas las garantías formales y habiendo resuelto antes todos los problemas técnicos para que no haya nuevas cuestiones que lo paralicen.

¿Hay previsiones temporales para esa licitación?

No. Se intentará hacer en 2022, pero nada más.

¿Qué balance podemos hacer de los incendios de este verano?

Llevamos un verano complicado, aunque afortunadamente con ninguno tan llamativo como el que hemos visto en Ávila o en otros lugares. Nuestras cuadrillas están apagando muchos conatos y hemos tenido dos incendios de nivel 2 que fueron controlados con unos daños que han sido inevitables.

Los más graves han sido los de Pancorbo y Masa. ¿Se conocen las causas de este último, que se inició en las proximidades de la fábrica de explosivos de Maxam?

Se siguen estudiando y las hipótesis continúan abiertas.

El ‘boom’ de los parques eólicos y solares, ¿ha llegado a colapsar las oficinas encargadas de tramitarlos? ¿Le preocupa su impacto paisajístico y medioambiental?

De acuerdo con mis datos, hay 33 expedientes en marcha de parques eólicos y otros 6 en fase de autorización, además de 25 plantas fotovoltaicas. Sobre si me preocupa, pues los procedimientos administrativos tienen que seguir su curso, todo el mundo tendrá derecho a alegar y las administraciones tendremos que estar sujetas a las determinaciones ambientales para las correspondientes autorizaciones. Nosotros estamos obligados a trabajar y a resolver, aunque esta acumulación de expedientes puede conllevar cierto retraso porque hay plazos inapelables por mucha prisa que haya.

¿Cuáles son las principales inversiones previstas en carreteras?

En este momento está en elaboración un plan de carreteras autonómico, así que las necesidades que se pongan de manifiesto en esta materia serán bajo una coordinación general de la comunidad autónoma. Ahora mismo tenemos obras importantes, estamos redactando el proyecto de construcción hacia el sur de la ronda oeste de Aranda de Duero, se ha adjudicado la renovación superficial de firme de la BU-504 a la BU-530 y empezarán la obra por importe de 2,2 millones de euros. También se está redactando la ampliación de carril en la CL-629. La inversión en un contexto de reactivación económica hay que verla teniendo en cuenta que el presupuesto de 2021, y no creo que sea muy diferente el de 2022, se destinaba en un 80% a gasto social para Educación, Servicios Sociales y Sanidad.

La CL-629 es la vía rápida que atraviesa Merindades. ¿Por qué se optó por esta solución en lugar de una autovía, teniendo en cuenta el enorme volumen de tráfico que soporta en determinadas fechas?

Este proyecto está en redacción y lo tendremos en 2022. La decisión de vía rápida fue en primer lugar una solución técnica, en función de las intensidades medias diarias se vio que era adecuado. Una autovía era inviable económicamente y el gobierno de Alfonso Fernández Mañueco se compromete a obras viables o posibles.

Hace un año se reunió con varios alcaldes de la zona de la Demanda para hablar de las carretera que va de Barbadillo de Herreros a Monterrubio y se comprometió a impulsarla. ¿Habrá dinero y proyecto?

Es la BU-825. El proyecto existe, está redactado, eran casi 2 millones de euros e intentaremos que sea una de las carreteras que pueda llevarse a cabo en la programación presupuestaria, pero no puedo adelantar nada.

La última partida presupuestaria para la ampliación del Museo de Burgos fue irrisoria. ¿Tiene alguna novedad?

No puedo adelantar nada. En materia de Cultura, ahora mismo hay una priorización de la atención a los sectores productivos afectados por la pandemia y la reactivación de las empresas culturales. Tendremos que esperar a los presupuestos del año 2022.

Ha sonado varias veces en las quinielas como candidato a la Alcaldía de Burgos. ¿Se lo han propuesto formalmente?

No me lo han propuesto.

¿Y le gustaría que lo hicieran?

Ser candidato a la Alcaldía no es una cuestión de gustos sino de responsabilidades, y ahora estoy centrado en mi responsabilidad de delegado territorial. Tengo una amplia tarea que me ha encomendado la Junta de Castilla y León y estoy luchando por hacerlo lo mejor posible, dedicando todo el tiempo a esta tarea y por tanto otras hipótesis no procede plantearlas.

En el último Congreso del PP se incorporó usted a la directiva provincial. ¿Significa algo, de cara a su colocación en esa terna de aspirantes a la Alcaldía?

Es que yo no sé quién me coloca en esa terna, pero en cualquier caso no, no significa nada.